El domingo se disputa la XXX edición de la San Silvestre Monovera, prueba que nunca se ha celebrado el último día del año, como es tradicional en la mayoría de localidades. En esta ocasión llega más solidaria que nunca, ya que la recaudación que se obtenga por las inscripciones, que cuestan tres euros, irá destinada a las familias afectadas por el desplome de sus viviendas.

La organización corre por cuenta del Ayuntamiento de Monóvar y habrán en liza cuatro carreras con salida desde la Plaza de la Sala. La primera de ellas dará comienzo a las 10.30 horas con participación de niños hasta siete años de edad, que recorrerán 400 metros. Diez minutos después será el turno para los chavales de ocho a diez años, con un trazado de 800 metros.

Los participantes entre once y trece años deberá recorrer la distancia de 1.400 metros, mientras que a partir de las 11.30 horas comenzará la última prueba destinada a cadetes, júnios, séniors, veteranos y másters, cuyo recorrido será de 5.000 metros.

Hay estipulados una serie de premios destinados a los ganadores tantomasculino como femenino, mejores corredores locales y disfraces. En ese sentido, Monóvar suele entregar jamones y lotes navideños.