El Orihuela se ha decantado finalmente por José Francisco Grao 'Pato' para ocupar el banquillo que quedó huérfano tras la destitución de Miguel Ángel Villafaina el pasado 3 de noviembre. Después de casi dos semanas intensas de reuniones y negociaciones con distintos entrenadores, la directiva del club presidida por Antonio Felices, ha decidido que sea Pato el técnico que tenga la responsabilidad de iniciar el camino de la salvación del equipo escorpión que actualmente ocupa la última posición de la tabla clasificatoria en su temporada de regreso a la Segunda B tras disputarse doce partidos de liga.

El preparador oriolano se incorpora hoy miércoles a los entrenamientos en Redován, donde se presentará a una plantilla de la que ya conoce a varios futbolistas de etapas anteriores, y comenzará a preparar el partido del domingo en Los Arcos ante el Castellón (17 horas), en el que será su debut frente a unos de los máximos aspirantes al ascenso.

Pato, nacido en Orihuela en marzo de 1978, es un técnico muy querido y apreciado por la afición oriolana porque de su mano llegaron los mayores logros del club hasta el momento. Dio el salto al banquillo del primer equipo escorpión en la temporada 2009-2010 después de entrenar al filial, en una apuesta arriesgada de la entidad en aquellos momentos, que apostó por él pese a su juventud. Esa campaña, dejó al conjunto de la Vega Baja en la octava posición de la tabla y lo clasificó para disputar la Copa del Rey. La temporada siguiente, en la 2010-2011, el Orihuela se metió en la promoción de ascenso a Segunda A como cuarto clasificado de la mano de Pato, aunque el equipo cayó eliminado por el Guadalajara en la primera ronda. Aunque después no llegó a un acuerdo para su renovación, la afición oriolana recuerda con muy buen agrado aquellos éxitos.

Experiencia en la categoría

El Orihuela entiende ahora que es el momento adecuado para que Pato se vuelva a hacer cargo de la plantilla, con el fin de que saque el máximo rendimiento a sus jugadores y saque al equipo de su ciudad del hoyo. Además, José Francisco Grao es un buen conocedor de la Segunda B. En la temporada 2012 entrenó al Cartagena y aunque fue destituido en la jornada 16, mantuvo a su equipo líder durante 13 jornadas. Posteriormente dirigió al Arroyo (temporada 2014-2015), a La Roda (2016-2017) y al Jumilla (2017-2018), todos ellos en la categoría de bronce del fútbol español.

Pero uno de los aspectos que quizás han pesado más en la directiva oriolana a la hora de tomar la decisión de decantarse por Pato, además de sus éxitos en el club en etapas anteriores, es el conocimiento que tiene de algunos futbolistas de la actual plantilla, a los que ya tuvo bajo sus órdenes en distintos momentos. El actual segundo entrenador, Fleky, fue jugador en las dos temporadas que Pato dirigió anteriormente al Orihuela, al igual que Rodri y Cases, dos piezas fundamentales en la plantilla actual. Además, también coincidió con Pedro Inglés y Andrés Sánchez en el Jumilla y con Urzaiz en el Cartagena.

A partir de ahora, comienza una nueva e ilusionante etapa de un Orihuela que necesita desesperadamente cambiar de imagen y comenzar a sacar resultados para mirar hacia la salvación.

El conjunto escorpión volverá a jugar en Los Arcos 40 días después

El conjunto escorpión El Orihuela regresará a Los Arcos este domingo para enfrentarse a las 17 horas al Castellón, casi 40 días después de la última vez que pudo pisar el estadio oriolano, que fue el 9 de octubre en el partido contra el Atlético Levante (1-1). En todo ese tiempo, el equipo ha tenido que desplazarse hasta Crevillent para jugar como local en dos ocasiones debido a la resiembra del césped. En el «exilio», el equipo escorpión tuvo que jugar sobre una superficie de hierba artificial, y empató a un gol ante el entonces líder Andorra el 20 de octubre, y perdió 1-2 ante el Cornellà el 3 de noviembre en el partido que supuso la destitución de Miguel Ángel Villafaina.

Ahora, con un césped completamente renovado y en un estado extraordinario para la práctica del fútbol, el conjunto oriolano regresa a su casa, donde espera poder tener la continuidad que le ha faltado hasta ahora, para hacerse fuerte como local y que esa fortaleza sirva para lanzar a los oriolanos hacia lapermanencia.