Sandra Paños, a sus 27 años, ya lleva casi una década asentada en la máxima categoría del fútbol español. Portera titular del Barcelona, vigente subcampeón de Europa, y de la selección española, ha vivido en primera persona el crecimiento del fútbol femenino de nuestro país. Con una década menos de vida, Asun Martínez acaba de aterrizar en la elite. Ha jugado en Primera antes de poder votar (aún no ha cumplido la mayoría de edad) y ya sabe lo que es perforar la portería de una rival al alto nivel. Una es alicantina, la otra ilicitana. Caras visibles y ejemplos a seguir en los avances de un deporte que durante tantos años ha marginado a la mujer.

El próximo 1 de diciembre está programado el enfrentamiento entre Barça y Valencia, los equipos de Sandra y Asun. Sería un momento histórico para el fútbol femenino de la provincia, con el clásico pique entre Alicante y Elche llevado al primer plano femenino. De momento se mantiene el condicional porque, además de la ilusión ante este enfrentamiento, las dos alicantinas están pendientes de las negociaciones del colectivo de futbolistas por un convenio que, de momento, mantiene convocada una huelga indefinida desde el próximo fin de semana. Hoy mismo se retomarán las reuniones y se espera dar solución a las peticiones de las mujeres.

Sandra, siempre portera

Una mujer que, en España, está viendo como el deporte del fútbol cambia, o mejor dicho, evoluciona, en los últimos años. Tradicionalmente no ha sido fácil ni para las niñas empezar su práctica ni para las adultas convertirse en profesionales.

Sandra Paños y Asun Martínez empezaron a dar sus primeros toques al balón en equipos de niños. De hecho, los inicios de Paños vienen de familia. Su padre (Luis Paños) jugó en el Hércules. Su hermano (Javi), un año mayor, llegó a debutar con el primer equipo del Elche. Precisamente él puede presumir de haberle marcado los primeros goles de su vida a la actual cancerbera azulgrana. «Cuando éramos pequeños siempre andaba detrás de mí. Empezó de portera porque yo me iba a jugar a la urbanización o durante los partidos de veteranos de nuestro padre, le pedía que se pusiera para que le chutara y me hacía caso», explica Javi. En la familia la ven como un caso casi único, ya que no la recuerdan en ningún momento fuera de la portería. Una familia que siempre la apoyó. La sangre deportiva no sólo viene por el sector masculino. La madre (Gemma) compitió en pruebas de velocidad de atletismo.

«Empezamos en fútbol sala y como no la dejaban jugar con los de mi edad, entrenaba con nosotros hasta el año siguiente, en el que entró de portera en el equipo de chicos y ya era la líder», recuerda Javi. «Entre que era buena y tenía mucho carácter se hacía mucho de querer. Luego sufrió un palo cuando la apartaron de jugar con chicos hasta que consiguió meterse en el SPA. Ahora todo es bonito, pero fue duro: entrenaba a las 9 de la noche, volvía a casa, cenaba y a la cama para madrugar al día siguiente», añade.

El Sporting Plaza Argel de Alicante «rescató» a una joven Sandra Paños para la práctica del fútbol. Club pionero a la hora de apostar por el fútbol femenino, en la entidad presumen con orgullo de la jugadora más importante que ha pasado por sus filas. «La vimos jugar con su colegio y desde el primer momento se le veía algo diferente, se notaba que era especial», explica Jesús Cañizares, presidente y entrenador de la entidad alicantina. «Es un orgullo que sea uno de los pilares de la selección, siempre la ponemos como ejemplo. Lo que más destacaría de Sandra es su personalidad, desde muy pequeña ha tenido claro que quería ser futbolista», agrega.

Asun, fútbol en las venas

Años después de la marcha de Sandra, por el SPA también pasó la otra actriz protagonista de este derbi femenino. Asun Martínez recaló en las filas del conjunto alicantino tras el descenso de su Elche a categoría nacional para proseguir con su crecimiento en Segunda División.

«Asun es una loca del fútbol. Vive por y para este deporte. Me quedó muy claro en su primer año aquí: se lesionó gravemente en su tercer partido y, en cuanto pudo volver a andar, no se perdía ni un solo entrenamiento», asevera Cañizares. En la misma línea se expresa Quique Cano, máximo responsable del área femenina del Elche, que echó el ojo a una niña que despuntaba en el Itangco.

«Asun ha crecido rodeada de fútbol. Lo primero que te llama la atención es su fútbol de calle, el desparpajo que tiene. Atrevimiento, carácter, chulería... Tiene desborde, velocidad e inteligencia a la hora de comprender el juego», disecciona Cano. Ese buen hacer le ha valido su fichaje por el Valencia, con el que ha debutado esta temporada en Primera División. «Aún tiene mucho que dar porque sigue en fase de formación. Estoy convencido de que va a ser una jugadora de selección... y de las importantes», pronostica el preparador franjiverde.

Sandra y Asun despiertan un sentimiento ejemplar en familiares y técnicos. «Siento mucho orgullo de mi hermana. Verla por la tele en un Mundial es un plus. Además, empiezas a ver que las niñas las tienen como ídolos y están consiguiendo cosas que no te podías ni imaginar. Por ejemplo, el otro día coincidimos en Madrid y, al subirnos a un taxi, el taxista la reconoció», finaliza Javi Paños.

La mirada del fútbol alicantino ya está puesta en ese primer fin de semana de diciembre. Será una fecha para el recuerdo: un derbi en femenino en la elite. Cara a cara, dos niñas cuyo sueño era ser futbolistas. Dos mujeres que están consiguiendo sus sueños.

Una carta escrita por muchas niñas

Al igual que otras muchas niñas, Sandra Paños se vio apartada del equipo en el que jugaba por una cuestión de género, pese a ser la portera titular y una de las líderes. Cuando le comunicaron que no iba a seguir jugando con sus compañeros, la actual meta de la selección no se quedó callada, pese a su juventud, y escribió una carta a sus compañeros para explicarles la situación.