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¿Cuál es el techo del HLA Alicante?

El equipo alicantino se ha convertido en la revelación de la LEB Oro con un juego que acapara los elogios de la competición

Bamba Fall tras anotar una canasta en el partido ante el Mallorca. RAFA ARJONES

Después de cinco jornadas ya no es casualidad que el HLA Alicante esté cuarto en la clasificación tras los poderosos Valladolid, Delteco y Palencia. El equipo de Pedro Rivero se ha convertido en la revelación de la temporada en su estreno en la LEB Oro y recibe los elogios de toda la competición. Solo dos derrotas después de luchar hasta el último segundo y victorias ante equipos de renombre como el Melilla o el Ourense. Los alicantinos imprimen su sello particular en la pista con un juego basado en una gran defensa, un ataque con multitud de propuestas y un contraataque tan efectivo como espectacular. El HLA acoge al máximo anotador de la competición (Pitts) y al máximo reboteador (Fall). Con estos mimbres, la salvación será cuestión de tiempo, pero... ¿se puede aspirar a luchar por el ascenso? Algunas de las claves sobre dónde está el techo del equipo son:

Máxima ambición del vestuario por llegar lo más lejos posible

Si algo define a la plantilla del HLA es su ambición sin límite. El vestuario lucentino tiene interiorizado que el objetivo es la permanencia, que esperan conseguir lo antes posible para pensar en otras metas. Los jugadores huyen de hablar de otros propósitos, pero la realidad sitúa cuarto al Lucentum tras jugar contra equipos con mucho más presupuesto a los que ha tuteado sin mayor problema. Se antoja corto el objetivo de la permanencia con el nivel actual que está mostrando el equipo.

El segundo mejor ataque de la competición

Solo el líder Valladolid, con dos puntos más que el HLA, supera al equipo alicantino en ataque. El conjunto de Pedro Rivero avasalla a sus rivales con una media de 85 puntos anotados por partido. En contraataque o en estático, los lucentinos tienen recursos para todo con una plantilla que permite multitud de combinaciones con un potente juego interior y una línea exterior convertida en una amenaza constante.

El HLA tiene al máximo anotador de la LEB Oro y al máximo reboteador

Si la labor de equipo es el fuerte de este HLA, la calidad individual también está sobresaliendo en el espectacular arranque del equipo. Justin Pitts es el máximo anotador de la competición con una media de 23 puntos por partido y Bamba Fall es el rey del rebote con una media de más de nueve capturas por partido. Además, de cinco jornadas disputadas, en tres de ellas el MVP ha sido para un jugador del HLA, en dos ocasiones fue Fall y en esta última fue Pedro Llompart con 30 puntos de valoración. Sello lucentino en el arranque de la competición.

Los actores secundarios, mover el banquillo sin que afecte a la calidad del producto

Rivero ha configurado una plantilla que se adapta a cualquier tipo de circunstancias. Un banquillo extenso y de calidad para mantener la intensidad en todo momento sin que apenas se vea mermado el resultado. Así, la pasada jornada Sergio Mendiola dio un paso adelante en defensa tras los problemas de Fall con las personales. El pívot cumplió a la perfección, lo mismo que Alejandro Galán, que ante el Ourense comenzó en el banquillo y su salida fue fulgurante. Ante el Lleida se unirá mañana Nacho Díaz, ya recuperado de su lesión, otra rotación de lujo para la línea exterior capaz de actuar como revulsivo cuando las cosas marchan mal.

Pedro Rivero, un seguro de vida para el Lucentum

En su primer año como técnico llevó al HLA a la LEB Oro y en su segundo ha convertido al equipo en la revelación de la competición. Apenas se inmuta ni cuando gana ni cuando pierde, consciente de que el camino es largo y todo puede dar mil vueltas. Recibe los elogios de sus rivales augurándole un gran futuro. Ha demostrado que sabe fichar, mantener un bloque motivado y transmitir sus ideas a los jugadores con un resultado exquisito.

El ambiente del Pedro Ferrándiz recuerda al de los mejores tiempos

Cada vez acuden más aficionados al Pedro Ferrándiz y el ambiente que se genera recuerda mucho al de los mejores tiempos del Lucentum. El feudo alicantino es una poderosa arma para el HLA y una amenaza para los rivales. Con más de 2.000 seguidores en las gradas, el equipo se siente arropado y así es difícil que se escapen partidos de Alicante.

Ausencia de presión para conseguir grandes objetivos

Si hay algo que no tiene el HLA en su primer año en la LEB Oro es presión, lo que le libera mentalmente para luchar por objetivos más ambiciosos. Con el actual nivel del equipo y situado en cuarta posición, mucho tendrían que cambiar las cosas para tener que sufrir por la permanencia habiendo aún dos equipos que no conocen la victoria.

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