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Rubén Plaza: «Me retiro con la única espina de no haber podido ganar una etapa en el Giro»

«Es hora de parar», reconocía el deportista de Ibi horas antes de disputar su última carrera en el Giro de Lombardía

Rubén Plaza tras una carrera con su último equipo.

El alicantino Rubén Plaza (Ibi, 29 de febrero de 1980) dijo adiós al ciclismo el sábado en el Giro de Lombardía, Il Lombardia, después de 19 años como ciclista profesional. En su palmarés destacan etapas en el Tour de Francia en Gap o en la Vuelta a España, en la CRI de Alcalá de Henares durante 2005 y diez años después en Cercedilla, o el nacional español en ruta por dos ocasiones, 2003 y 2009 además de dos platas y cuatro bronces en la prueba individual cronometrada. «Es hora de parar», reconocía horas antes de disputar con los colores azul y blanco de la Academia de Israel su última carrera.

P ¿El cuerpo le ha dicho basta después de 19 años de profesional?

R Físicamente estoy bien, pero me sentía cada vez más agobiado de luchar por la posición a 65 kilómetros por hora. He conseguido todo lo que pude y prefiero parar ahora en un momento positivo. Tengo que ser honesto conmigo mismo y con mi equipo. Y ser honesto significa que es hora de irme por respeto propio. Es hora de que yo siga adelante en otro lugar. Llevo media vida en esto y por un lado tenía ganas ya de colgar la bici, de dedicarme a la familia, pero, por otro, lo dejo con pena. Sentimientos encontrados. Además de trabajar y entrenar hay que cuidarse. El ciclismo es un trabajo de 24 horas, de siete días a la semana y uno ya tiene ganas de hacer otras cosas.Han sido dos campañas muy bonitas con el Israel, con el que volvió a estar ilusionado encima de una bicicleta... Los dos años con Orica y lo otros dos con Israel me han enriquecido mucho.

P ¿En el futuro va a seguir vinculado al ciclismo?

R Ese es mi sueño. Pero todavía no puedo adelantar nada porque no tengo nada firmado. Son muchos años cerca de este deporte y me gustaría dar algo de lo mucho que él me ha dado a mí. Pienso que estoy capacitado para ello.

P¿Cuáles son sus victorias más importantes?

R Inicialmente me llenó mucho el título de campeón de España con Ibanesto.com logrado en Alcobendas en 2003. Aunque mi mayor logro fue ganar la etapa de Gap en el Tour de 2015. Pero no había nada que quisiera más que darle a este equipo una victoria en el Giro. Cuando llegué segundo en la 18 ª etapa del Giro el año pasado, estaba triste. Estuve tan cerca y sabía que no podría tener otra oportunidad. Gané dos etapas en la Vuelta y una en el Tour y me voy con la espina clavada de no haber logrado conseguir una en Italia.

P ¿Y lo que peor que recuerda de su vida profesional?

R Cuando sufrí la fractura de tibia y peroné en la Vuelta a Murcia de 2011. Fue en el descenso del Collado Bermejo. La bajada era peligrosa y en una curva de izquierdas me tocaron un poco la rueda, cogí un montículo y salí despedido hacia un terraplén. Como no llevábamos pinganillo no podía avisar de que estaba allí. Veía que pasaba la carrera y gritaba, pero nadie me oía. Como pude fui arrastrándome a la cuneta hasta que pudieron verme. No era un crío cuando me sucedió, pero marcó mi futuro como ciclista. Yo pienso que podía haber tenido tres o cuatro años muy buenos y se podía haber visto otro Rubén, el verdadero. Además, desde ese día he tenido dolores en la zona afectada y todo ya no fue igual.

P ¿Tiene la sensación de haber dado todo?

R Uno siempre piensa que ha podido ganar más carreras y llegar más lejos. Pero me voy muy satisfecho, con la sensación de que he conseguido todo lo que estaba a mi alcance. De niño sueñas con ganar una grande, pero con el paso de los años te das cuenta cuáles son tus límites y por lo que debes luchar. En algún momento me centré en hacer unas buenas generales, pero al final llegué a la conclusión de que satisface más un triunfo de etapa que el quedar del quinto al décimo en una gran vuelta.

P ¿Qué ciclista le ha dejado boquiabierto?

R El hecho de haber corrido con Valverde desde que éramos niños y luego coincidir en distintos equipos ha sido todo un privilegio. Estoy orgulloso de ello. Convivir con él ha sido lo mejor que me ha pasado. Es un tío especial dentro y fuera de la carretera. No hay nadie como él. Siempre podré decir que estuve al lado de uno de los mejores. He tenido grandes compañeros y siempre que me he ido de un equipo he dejado amigos. Nunca me la han jugado en una carrera.

P ¿Hay futuro después de su generación?

R Sí. España es un país de ciclistas. Hubo un después tras la marcha de Miguel Indurain, parecía que se acababa el mundo, y lo habrá después de Contador, Valverde y compañía. Hay mucha gente empujando como Enric Más, Soler... Ya es hora de que tomen el relevo.

P ¿Ha cambiado mucho el ciclismo en los últimos 19 años?

R Muchísimo. Bueno, no sé si ha variado el deporte del pedal en sí o yo me he hecho mayor y he cambiado (sonrisas). Creo más en lo primero. Cuando yo pasé a profesional había muchos equipos en España y casi nadie salía al extranjero. Ahora tienen que buscarse la vida fuera. Es la pescadilla que se muerde la cola. No hay equipos, no existen carreras y dar el salto resulta complicado. Espero que se inviertan los papeles porque hay chavales que apuntan alto.

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