Este viernes 20 de septiembre saltarán al terreno de juego del Ajinomoto Stadium las selecciones de Japón y Rusia para abrir la novena Copa del Mundo de Rugby y con ello la fiesta cuatrienal del deporte oval. Eso sí, sobre el impecable y tupido césped del estadio tokiota, sobre todo para los aficionados españoles, planeará la sombra de los Leones, a los que solo el infame arbitraje del rumano Iordaschescu y la posterior denuncia por alineación indebida de Bélie y Fuster privaron de enfrentarse a los nipones en el mejor escaparate posible: el partido de inauguración de un Mundial.

Pero la realidad, por mucho que duela, es la que es. El Mundial lo juegan 20 selecciones y, por una más que polémica decisión tomada desde las más altas instancias de World Rugby, entre ellas no está España (pese a que en el WR Ranking está situada en el puesto 17) y sí por el contrario la selección rusa, que en la fase de clasificación quedó por detrás del XV del León.

Tras el sorteo que se realizó hace meses, los veinte equipos participantes quedaron distribuidos de la siguiente forma:

- Cada uno de los grupos de la primera fase dirime por el sistema de liguilla qué dos equipos pasan a cuartos de final. A partir de esa ronda y hasta la final todos los partidos son eliminatorias.

Los 3 primeros de cada grupo obtienen automáticamente plaza para el siguiente Mundial.

ANÁLISIS DE LOS GRUPOS

GRUPO A

GRUPO A

LOS FAVORITOS: Irlanda y Escocia.

El rugby irlandés, a pesar de su tercer puesto en el último Seis Naciones, vive su edad de oro: en el último lustro ha ganado tres veces dicho torneo (con Grand Slam incluido en 2018), es líder en el WR Ranking y, por primera vez, parte con serias opciones de ganar el campeonato.

El mejor resultado de Irlanda en Copa del Mundo son los cuartos de final. De no superar ese techo, el fracaso de los verdes se considerará mayúsculo.

Escocia, tradicionalmente y sobre todo en los últimos años, se ha mostrado como una selección algo irregular. Capaz de lo mejor, como la doble victoria ante Australia (19-24 en Sydney y 53-24 en Murrayfield) y de lo peor, con la humillante derrota en Houston ante Estados Unidos como claro ejemplo.

No está tan clara su clasificación para cuartos (los anfitriones se lo pondrán difícil). Eso sí, caso de superar el grupo, cuidado con el XV del Cardo, que no hay nadie más peligroso que el que no tiene nada que perder...

EL ASPIRANTE: Japón.

Después del éxito del pasado mundial, donde derrotaron a Sudáfrica y estuvieron a punto de meterse en cuartos, los Brave Blossoms llegan a su cita más preparados que nunca. Con una estructura absolutamente profesional (en los últimos años han disputado el Super Rugby) y una afición volcada, Japón puede hacer historia y clasificarse por primera vez para las eliminatorias.

SIN OPCIONES: Samoa y Rusia.

Tanto esta Samoa venida a menos (en el 91 y 95 llegó a cuartos) como Rusia, que está en su segundo Mundial de rebote y gracias a los despachos de World Rugby, apenas cuentan con alguna mínima opción de victoria más allá del enfrentamiento entre ellos. La participación de ambos difícilmente pasará de ser meramente testimonial, especialmente en el caso de los rusos, que cada ensayo que consigan será considerado casi como una victoria.

GRUPO B

GRUPO B

LOS FAVORITOS: Nueva Zelanda y Sudáfrica.

Decir All Blacks en rugby es lo más parecido a decir Dream Team en baloncesto. Con una diferencia, que Dream Team -el genuino, el de Barcelona 92- solo hubo uno e irrepetible, mientras que los neozelandeses, campeonato tras campeonato, siguen sembrando el terror entre los rivales cuando hay un balón ovalado de por medio. Los tricampeones del mundo continúan perfilándose como los máximos favoritos para coronarse en la final del dos de noviembre.

Precisamente, uno de los mayores rivales que tendrá Nueva Zelanda será Sudáfrica, bicampeona del mundo (1995 y 2007), que se presenta como una alternativa real al dominio de los de la Haka. Su rugby, sin ser tan espectacular y vistoso como el de otros equipos, es uno de los más fiables. Gary Lineker dijo una vez que "el fútbol es un deporte de 11 contra 11 en el que siempre gana Alemania". Pues bien, los Springboks serían el equivalente rugbístico al rodillo que tradicionalmente ha representado la Mannschaft en el fútbol.

A POR LA TERCERA PLAZA: Italia y Canadá.

Italia afronta su novena participación sin más objetivo que conseguir el pase para la décima (recordamos que los tres primeros de cada grupo se clasifican automáticamente para Francia 2023). Pese a su mejoría de los últimos tiempos (han conseguido ganar en lo que llevamos de década a Escocia, Francia, Irlanda y Sudáfrica) no es realista pensar en una hipotética clasificación para cuartos. Eso sí, los azzurri serán claros favoritos ante Canadá en la lucha por la tercera plaza del grupo.

Por su parte, Canadá llega a la cita mundialista en el peor momento de su historia: en la fase clasificatoria fue superada por Uruguay y apenas pudo conseguir el pase para Japón 2019 en la repesca (donde se midió a Alemania, Hong Kong y Kenia). Lo tienen tan difícil para reverdecer laureles (llegaron a cuartos en 1991) que resulta bastante más probable que pierdan ante Namibia que consigan vencer a Italia.

SIN OPCIONES: Namibia.

Las estadísticas de Namibia lo dejan bastante claro: diecinueve partidos mundialistas, cinco ediciones y cero victorias; 214 puntos a favor, 1148 en contra. No obstante, en los últimos tiempos, a fuerza de jugar partidos contra equipos de nivel superior, los Welwitschias (apodo por el que se conoce a la selección africana) han ido mejorando y es posible que puedan al menos plantar batalla a una Canadá muy venida a menos.

GRUPO C

GRUPO C

EL FAVORITO: Inglaterra.

Tras el fracaso absoluto de 2015 (en su Mundial no pasó de la fase de grupos), el XV de la Rosa vive su redención de la mano de Eddie Jones. Con el técnico australiano al mando, Inglaterra ha ganado dos veces consecutivas el 6N (2016 y 2017), ha vuelto a colocarse en el Top-3 del WR Ranking y aspira a repetir el éxito de la RWC Australia 2003.

LOS OUTSIDERS: Francia y Argentina.

Todavía dentro del convulso momento que vive el rugby en Francia, la selección llega a Japón con el objetivo realista de llegar a cuartos. A partir de ahí, todo lo que venga será bienvenido. Los tiempos de Serge Blanco y del rugby champagne, por desgracia, quedan muy lejos. Aún así, no es del todo descartable que el técnico Jacques Brunel (abandonará el cargo tras el Mundial) y su XV del Gallo den el último gran canto en la final de Yokohama.

Argentina, a la que no le ha acabado de sentar bien el salto al Rugby Championship (solo ha ganado cinco partidos de 42 disputados ante Sudáfrica, Australia y los All Blacks) se presenta en el país del sol naciente con expectativas semejantes a las de Francia. No obstante, la tradicional competitividad del deporte argentino también está presente, cómo no, en el rugby y, por tanto, que nadie espere que Los Pumas sean un rival fácil para nadie. Eso sí, se parece mucho a una utopía repetir las semis de 2007 y 2015.

LAS POSIBLES SORPRESAS: Estados Unidos y Tonga.

Estados Unidos es una de las selecciones que más han crecido en los últimos tiempos. De estar tradicionalmente por detrás de Canadá ha pasado a aspirar a disputarle a Argentina la hegemonía en el continente americano. Su técnico, el sudafricano Gary Gold, ha hallado la fórmula para la tormenta perfecta yankee: jugadores de los mejores clubes de la Premiership inglesa, los cracks del Seven (donde los Eagles son una súper potencia) y los hombres más destacados de la recién creada liga profesional estadounidense. Pueden dar más de una sorpresa. Ojo con ellos.

La Tonga actual se parece más bien poco a aquella que en el Mundial 2011 ganó a Francia en Nueva Zelanda o a la que venció en 2012 en Murrayfield a Escocia. A su habitual caos táctico, hay que añadir que su plantilla está algo desequilibrada, con algunos "agujeros negros" en puestos claves (sin ir más lejos, su apertura es James Faiva, del SilverStorm El Salvador). Teniendo en cuenta todo esto, los de la Sipi Tau (tradicional danza tongana, similar a la haka) aprobarían con nota solo con vencer a los norteamericanos.

GRUPO D

GRUPO D

LOS FAVORITOS: Australia y País de Gales.

Los Wallabies llegan a orillas de Okinawa siendo sextos en el Ranking mundial (su peor posición fue un séptimo lugar) pero no por ello deben ser descartados para hacer algo muy grande en la Copa del Mundo. En su nómina de jugadores hay calidad de sobra para lograr el tricampeonato.

Un dato sorprendente sobre Australia y su política de selección: es uno de los pocos países, junto a Nueva Zelanda e Inglaterra, que no convocan jugadores que juegan en clubs extranjeros.

Por su parte, la Gales de Warren Gatland comparece en Japón´19 como el máximo rival de Australia en la lucha por liderar el Grupo D y dispuesto a ser uno de los protagonistas del Mundial.

Gatland, que desde su llegada al banquillo galés ha implantado un estilo de juego rápido y de juego abierto, aspira como mínimo a repetir para los reds las semifinales alcanzadas en 1987 y en 2011.

A POR LA TERCERA PLAZA: Fiyi y Georgia.

Puede parecer un sinsentido, pero a España le interesa que los países del llamado Tier-2 (segundo escalafón del rugby mundial) se vayan acercando y superando a los del Tier-1. Es una de las formas por las que la oligárquica federación internacional (World Rugby) se vea obligada a tomar en consideración a las federaciones del segundo escalón, las ayude y contribuya a que se acorten las diferencias entre las selecciones de uno y otro Tier.

Se podría decir que Fiyi y Georgia son, junto a Japón y en menos medida EE.UU., las principales potencias del Tier-2 y por ello son los llamados a defender el orgullo de los "modestos".

Dando por hecho que ambos ganarán a Uruguay, el partido entre ellos será una auténtica batalla de estilos: la delantera de los Lelos (una de las más potentes del mundo) frente a los backs de Fiyi (tal vez los más rápidos del campeonato). Rugby para los paladares más selectos.

SIN OPCIONES: Uruguay.

Beneficiada por las ayudas al rugby sudamericano instauradas por Pichot (exjugador argentino y actual vicepresidente de World Rugby), Uruguay jugará este Mundial con los deberes ya hechos (superó en una memorable fase de clasificación a Canadá), sin ningún tipo de presión y con el único objetivo de dar la mejor imagen posible.