Con tres Europeos y un Mundial, Sergio Scariolo es el entrenador más laureado al frente de la selección española. El técnico estaba ayer exultante. «A veces un bronce o una plata pueden tener más valor que un oro. Pero ganar una Copa del Mundo es algo gordo. Mucha gente ha crecido con ese éxito de una generación en la plenitud de sus facultades. Ganarlo ahora en un momento en el que nadie se lo esperaba tiene un grandísimo valor. Igual que el otro desde luego», señaló el italiano.

«Raramente he visto a los jugadores tan concentrados. Pero hoy estaban tan ocupados porque sabían que se medían a la mejor defensa. El impacto de los primeros cinco minutos ha marcado bastante porque era justo el punto de fuerza de Argentina, el empezar avasallando al rival. En eso hemos estado sobresalientes», explicó. «Desde la primera semana tuve buenas sensaciones, por el trabajo y la química, pero está claro no podía pensar ni entonces ni hace dos semanas que podíamos ser campeones del mundo. Sería mentir», añadió.

«Hoy he visto muchas fotos de la concentración en Benahavís y aquí hay medio equipo casi que estuvo allí. Todos se reconocen en estos compañeros que están aquí celebrando y todos tendrán su medalla. No sé si me estoy tirando a la piscina con eso...», dijo.

Tres meses y un día después de ganar el anillo de la NBA como entrenador asistente de los Toronto Raptors, Sergio Scariolo completó este domingo su temporada redonda ganando el Mundial al frente de una selección española que, bajo su dirección, no para de coleccionar medallas.

El técnico italiano (Brescia, 1961) ha dado la razón a los responsables de la Federación Española de Baloncesto que confiaron en él y decidieron mantenerlo en el cargo cuando recibió la oferta para entrenar en la franquicia canadiense, permitiéndole compatibilizar ambas responsabilidades. Como se esperaba, ha respondido al reto y su traslado a Canadá no ha afectado a una selección que no partía entre las favoritas al triunfo en Pekín pero que, de su mano, ha ido creciendo en el torneo hasta hacerse con el título que faltaba en el palmarés del seleccionador.

Porque aunque ya sabe lo que es ganar la Liga en tres países -Estados Unidos, Italia y España-, sus mayores éxitos han llegado en el banquillo español, con el que ha conseguido una plata y un bronce olímpicos -Londres 2012 y Río 2016, respectivamente- y tres medallas de oro y una de bronce en los Europeos de 2009, 2011, 2015 y 2017. A ello le sumó este domingo el título de campeón del mundo en la final disputada en el Wukesong Sports Center de Pekín, en la que su equipo derrotó a Argentina por 75-95 y se fue invicto del país asiático.

Una lesión en un tobillo aparcó antes de tiempo su carrera como jugador y le dirigió a los banquillos. Tras entrenar a varios equipos en su país natal, logró levantar el Scudetto en el Pesaro con tan solo 29 años.

Su llegada a España se produjo en la temporada 1997-1998 y su primer destino fue el TAU Vitoria, con el que quedó subcampeón de Liga en la primera campaña y campeón de Copa del Rey un año después.