Aunque los resultados del Orihuela en su regreso a Segunda B no están siendo ilusionantes, la respuesta de la afición es extraordinaria. Los seguidores se están volcando con el club con la compra de abonos, superando con creces las previsiones de la entidad.

Actualmente, y cuando todavía está en marcha la campaña de abonos, son algo más de 750 los aficionados que se han sacado el carné y en pocos días se podría alcanzar la cifra de 800. Estos números se encuentran muy por encima del objetivo inicial del club, que se situaba en 600 abonados. Aunque parezca una cifra baja para un equipo de Segunda B, en Orihuela no existe demasiada tradición en la venta masiva de abonos y muchos aficionados se decantan por pagar su entrada en cada partido que le guste, pueda o le convenga acudir.

La campaña finaliza el 30 de septiembre y hasta esa fecha puede incrementar todavía más, de forma notable, el número de abonados, hasta situarse cerca de los mil, una cifra que sería un éxito, teniendo en cuenta que se espera que la media de asistencia de público a Los Arcos durante el curso sea de entre 1.200 y 1.500 espectadores.

La respuesta de la hinchada está siendo «de un notable alto o sobresaliente», opinó el presidente del club, Antonio Felices. Y es que el objetivo ya está cumplido. Ahora falta que también se cumpla el objetivo deportivo de la permanencia.