La Nucía suma y sigue en su estreno en la categoría de bronce. El equipo de la Marina Baixa sumó ayer un meritorio empate (1-1) ante un buen Castellón para mantenerse invicto y en la zona de promoción de ascenso al fútbol profesional. No obstante, el punto le sabe a poco a los de César Ferrando, que, tras una primera parte igualada, acosaron al conjunto blanquinegro y malograron hasta una decena de llegadas con peligro en el segundo acto, en el que el portero visitante Campos se convirtió en el mejor hombre de su equipo. En una nueva demostración de seriedad, ambición y oficio impropios de un debutante en Segunda B, La Nucía sigue creciendo y refuerza su vitola de conjunto revelación en estas tres primeras jornadas de la competición.
Arrancó con fuerza y personalidad La Nucía, que parece llevar media vida en la categoría de bronce cuando en realidad es un recién llegado. Bien plantado en el campo, con Fran Moreno y Juanan como faros del juego, el equipo de Ferrando trazó una jugada muy limpia por su banda izquierda, en la que Hermosa dibujó un centro perfecto al segundo palo, cabeceado desde la derecha por Cabezas para superar por arriba y en parábola al meta visitante Campos.
Y por esa vía, por el costado izquierdo, insistió el cuadro rojillo, que superó bien la presión alta del Castellón y tuvo en Juanjo (ex «orellut») a otro de sus estiletes. Un disparo alto de Fofo fue la última amenaza de los locales antes de que los blanquinegros se hicieran con la posesión del balón y el control del choque cumplido el primer cuarto de hora. Apoyados en la calidad de Rubén Díez y el buen manejo de Calavera en la medular, César Díaz y Jorge Fernández acariciaron el empate, pero el primero no conectó el cabezazo a centro de Muguruza y el disparo del segundo lo rechazó el arquero de La Nucía Óscar Fornés.
Tras la reacción del equipo de Óscar Cano, que demostró hechuras y mucho orden para reaccionar al 1-0 en contra, el partido entró en una fase de «toma y daca» con los locales saliendo a la contra y los visitantes persiguiendo la igualada a toda costa. Así, Cubillas remató cerca del palo de Fornés poco antes de que cubierta la media hora del primer acto, un gran pase filtrado de Rubén Díez acabara en penalti de Hermosa sobre César Díaz. El jugador de Benidorm y ex del Alcoyano ya había visto tarjeta amarilla, pero el colegiado jienense Guzmán Mansilla no le amonestó en esta acción. El lateral Muguruza no dudó y anotó por alto y con potencia el primer gol que encaja La Nucía en Segunda B para sellar el justo empate con el que acabó el primer periodo entre el dominio del Castellón y el sufrimiento nuciero tras su gran inicio de partido.
Faltó pólvora en el segundo acto
La tónica de igualdad del primer acto se diluyó tras el paso por los vestuarios. Renovó sus fuerzas y su fe La Nucía para comenzar a asediar sin descanso la meta de Campos, que frustró con varias intervenciones de mucho mérito el sueño de la tercera victoria consecutiva y el pleno de nueve de nueve puntos.
El primero en intentarlo fue el capitán Juanma Ortiz, que remató con la izquierda desde dentro del área y el portero «orellut» rechazó a córner. Luego hizo lo propio ante los remates de Morgado y Juanjo, quien en el minuto 60 marró una de las ocasiones más claras de los «rojillos» tras un gran centro de Cabezas, que se asoció con Juanma Ortiz en este período para canalizar el juego de ataque local.
Acosado y sometido el Castellón, Óscar Cano dio entrada a Gálvez y Muñoz para frenar el ímpetu de los de la Marina y el partido entró en otra fase de mayor equilibrio, en la que Rubén Díez perdonó también ante Óscar Fornés el que pudo haber sido el 1-2 en la llegada más clara de los visitantes en la segunda mitad, en la que se vieron desbordados por momentos.
Ferrando también movió su banquillo y dio entrada en el minuto 80 al alicantino Miñano, que dejó constancia de su clase para reanimar el juego de ataque de La Nucía. Campos impidió la tercera victoria seguida con una gran intervención al saque de una falta de Fofo y La Nucía lo intentó hasta el final con orgullo y valentía. Se quedó sin el premio gordo del triunfo, pero el cuadro de la Marina presume con legítimo orgullo de un debut estelar en la categoría.
