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Honores a Irlanda en la Explanada más colombiana

Bennett gana al esprint en Alicante y Roche se va de la provincia con el maillot de líder de La Vuelta

Honores a Irlanda en la Explanada más colombiana

Oleadas de turistas y curiosos, ciclistas amateurs rodando por las calles de la ciudad, un despliegue policial de evento de alcurnia y una cobertura mediática abrumadora. Todo ello desafiando a la hora de la siesta, eterna compañera de las pruebas ciclistas, y bajo un temporal sospechoso, con bochorno y con un viento anunciador de una gota fría cercana pero que ha respetado al pelotón. La Vuelta a España culminó ayer en el Puerto sus tres días de ruta por las carreteras de la provincia de Alicante. Y lo hizo a lo grande, con un éxito rotundo social y deportivo.

La Explanada despidió con honores a la serpiente multicolor, que hoy ya sale desde la localidad valenciana de Cullera. Alicante suelta al pelotón habiendo encumbrado a Irlanda porque que los ciclistas Sam Bennett y Nicolas Roche fueron los grandes afortunados de la jornada. Bennett levantó ayer los brazos el primero en el Puerto en una etapa en la que el también irlandés Roche defendió con holgura el maillot rojo de líder de la prueba.

Pese al indiscutible perfil playero de la etapa, la carrera desprendió un irrefutable aroma navideño en sus primeras pedaladas del día a su paso por Ibi y después por Xixona. La ronda salió del primero de los municipios, rebautizado para la prueba como Ibi-Ciudad del Juguete. Ángel Madrazo, Diego Rubio y Héctor Sáez desafiaron al plano y comenzaron en solitario una escapada que no llegaría a buen puerto. Agrupado el pelotón, era día de esprint, no sin algún sobresalto en los puertos de Biar y Tibi, ambos de tercera categoría. Ya en los últimos 30 kilómetros del día, la carrera pasó por Xixona, cuna mundial del turrón. Fue el último guiño al frío de una etapa que comenzó a carburar para la llegada masiva a meta.

Castalla, Monóvar, Monforte del Cid, Agost, Busot o Mutxamel vieron ayer el fugaz paso de los ciclistas y el total de los municipios alicantinos por los que ha rodado esta Vuelta asciende a los sesenta. El final fue fulgurante y, tras el paso por el célebre Scalextric, apenas se distinguió hueco entre una marabunta de gente ociosa y con ganas de ciclismo. Quizás alguna rotonda afeó el cierre de la etapa, como ya ocurriera en la jornada de la Volta a la Comunitat del pasado mes de febrero que terminó en la Diputación. A buen seguro que el italiano Trentin no olvidará el «coitus interruptus» de la plaza de los Luceros.

El viento también fue uno de los protagonistas de una carrera que rodó rápido y que contaba con el peligro de provocar algún que otro desaguisado. «He estado lo más adelante posible hasta el final para evitar cualquier tipo de percance», confesó Alejandro Valverde, el ciclista murciano de Movistar, actual campeón del mundo. «Ha sido peligrosa la etapa, pero ha habido menos desgaste del esperado», matizó.

Banderas «cafeteras»

La nota de color la puso la hinchada colombiana, clara agitadora de la etapa que tuvo en el Postiguet, la Explanada y el Puerto el epílogo más marítimo de La Vuelta. Decenas de aficionados «cafeteros» llenaron la línea de meta de banderas de Colombia. Fieles a Nairo Quintana, que venía de brillar en Calpe, Supermán López, Esteban Chaves o Rigoberto Urán; la legión colombiana alardea de una de las mejores épocas ciclistas de su historia, con permiso de los años ochenta. A ello se aferró la parroquia colombiana que convive desde hace años en Alicante. Los enviados especiales de la célebre Radio Caracol narraron con su inconfundible y auténtica pasión.

Despliegue colosal

El paso de La Vuelta ha sido el mejor escaparate para la provincia en estos tres días. Casi 400 periodistas cubrieron la información en Alicante, aunque La Vuelta [con casa cuartel en el hotel Meliá] confirmó ayer que hay casi 900 acreditados para el resto de la carrera de 36 nacionalidades y 280 medios. Toda una cobertura mediática sin igual.

Todos los aledaños de la meta fueron una fiesta. Desde Canalejas hasta el paseíto Ramiro. Multitud de carpas de los sponsors estuvieron dedicadas a los más pequeños con juegos y diferentes actividades y regalos. La Vuelta, unas de las pruebas deportivas más importantes del mundo, vuelve a dejar huella en la provincia. Y promete volver.

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