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La Costa Blanca quiere pedalear más

La Diputación empieza a negociar con Unipublic un plan para que la Vuelta regrese en varias ocasiones a la provincia los próximos cuatro años

Mari Carmen Sánchez camina hacia la meta seguida por Luis Barcala y Carlos Mazón. pilar cortés

«¡Hay que rescatar a Nairo, hay que rescatar a Nairo!». Estas palabras pronunciadas por un responsable de la organización de la Vuelta, entre los gritos de apoyo a la estrella del ciclismo colombiano que lanzaba la animada afición de este país, concentrada entre el Puerto y la Explanada, era lo que más se oía poco después de acabar al etapa y entregar los premios en el podio a los mejores clasificados. En ese momento, los dirigentes políticos alicantinos que se dieron cita en este remate a tres días de la Vuelta, hacían cábalas sobre cuando volverá a producirse una situación como esta, con una presencia tan intensa de la de la carrera ciclista en la provincia.

La valoración del presidente de la Diputación, Carlos Mazón, y del diputado de Presidencia, Eduardo Dolón, anterior responsable del Patronato de Turismo que negoció con la empresa organizadora de la prueba, Unipublic, que las tres primeras etapas de la Vuelta 2019 se disputaran en la Costa Blanca, no podía ser más satisfactoria. La inversión de 1,2 millones de euros que el Patronato de Turismo ha destinado a esta prueba - a lo que hay que añadir el dinero que cada ayuntamiento que ha sido sede de salida o llegada ha invertido en personal de servicios y policías locales-, se daba más que rentabilizada dado el impacto promocional que estos días ha tenido Alicante fuera de la provincia, en medios de comunicación nacionales y extranjeros.

Por eso, el siguiente objetivo, según confirmaron ayer Mazón y Dolón es volver a repetir un acuerdo para los próximos cuatro años con la organización de la prueba. El presidente de la Diputación confirmó ayer que ya han empezado esas negociaciones con Javier Guillén, director general de Unipublic, para cerrar otro acuerdo con la Diputación durante el mandato que acaba de empezar. Dando por hecho que en 2020 la Vuelta parte de Utrecht (Holanda) y que su trazado difícilmente llegará hasta el sur de la península, ya hay que ir pensando en años sucesivos para que el pelotón vuelva a recorrer las carreteras alicantinas. Mientras tanto, aunque ayer la afición se volcó con los ciclistas Alejandro Valverde, Nicolás Roche, Alberto Contador (ya retirado) y, especialmente, con los colombianos Nairo Quintana y Miguel Ángel «Supermán» López, los políticos que entraron en el recinto acotado de la meta trataron de ser visibles por minutos ante tantas personas que se acercaron al final de la etapa, unas 40.000 según cálculos del Ayuntamiento de Alicante. Porque lo de entrar a la zona reservada no fue nada fácil. Que se lo digan a Xavi López, portavoz de Podemos en el Ayuntamiento, que salió para ayudar a entra a Natxo Bellido (portavoz de Compromís) y luego no dejaron pasar a ninguno de los dos, como aseguró López en su cuenta de Twitter.

Cerca del podio se dejaron ver, entre los representantes de la Diputación, a la vicepresidenta primera, Julia Parra, acompañada de varios de los asesores de Ciudadanos ( Enrique Ponsoda, José Cano, Manuel Molina), y los diputados del PP Bernabé Cano, Juande Navarro y Javier Sendra. Y por parte del Ayuntamiento, allí estuvieron el alcalde Luis Barcala, la vicealcaldesa Mari Carmen Sánchez, y los ediles José Ramón González (Seguridad), José Luis Berenguer (Deportes) y Antonio Manresa (Cultura). También asistieron al final de la etapa Mario Ortolá y Ana Vega, de Vox, y Vanessa Romero, de Podemos.

Por parte del PSOE, la única participación visible fue la de Herick Campos, director general de Turismo que ha estado representando al Consell casi a diario desde el sábado en Torrevieja, y la subdelegada del Gobierno, Araceli Poblador, que incluso entregó un premio (la mascota de la Vuelta, el torito Tei-Tei) al líder de la clasificación general. También llegó hasta Alicante el alcalde de Ibi, Rafael Serralta, de donde partió la prueba horas antes.

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