La Vuelta a España dice adiós hoy a la provincia de Alicante, tierra que ha acogido los tres primeros días de competición y la semana previa al inicio de la última gran ronda por etapas ciclista de la temporada 2019.

Como despedida, los organizadores han diseñado un recorrido de 188 kilómetros con final en la Explanada de Alicante. Todo indica, si no hay sorpresa de algún valiente escapado, que será la primera oportunidad para ver el nivel de los velocistas en esta edición de la carrera. Unos esprínters que saben que no tienen demasiadas opciones al triunfo en la Vuelta y que, por este mismo motivo, pondrán todo el empeño del mundo en que el pelotón entre agrupado en las calles de la capital alicantina.

Tres etapas y tres perfiles bien diferenciados. Mucha variedad, en conclusión, para el trayecto diseñado en la provincia. Tras la crono por equipos y la primera jornada montañosa, que tuvo más miga de la esperada entre los favoritos de la clasificación general, llega la hora de ver a los hombres más rápidos de la Vuelta.

Alicante debería coronar a uno de los cinco o seis esprínters que se postulan entre los más veloces de la carrera. El colombiano Fernando Gaviria (UAE-Team Emirates) querrá dar una alegría a la nutrida afición de su país que está siguiendo las primeras pedaladas de los ciclistas de la Vuelta a España y continuar con el excelente inicio marcado por sus compatriotas Miguel Ángel «Supermán» López, primer líder, y Nairo Quintana, vencedor de la segunda etapa. En principio, se postula como principal candidato al triunfo.

Entre quienes quieren discutir esa victoria aparecen el irlandés Sam Bennett (BORA-hansgrohe), paisano del actual líder, el joven holandés Fabio Jakobsen (Deceuninck-Quick Step) y viejos rockeros como el alemán John Degenkolb (Trek-Segafredo), vencedor de 10 etapas en la Vuelta, aunque la última de ellas en un lejano 2015, y el noruego Edvald Boasson Hagen (Dimension Data).

El ascenso a dos puertos de tercera categoría (Biar y Tibi), el último de ellos a 38 kilómetros de meta, no debería ser impedimento para estos corredores, que ayer se desentendieron en la parte final de la etapa para llegar lo más frescos de piernas posible a su cita de hoy. La montaña tampoco debería impedir que el líder, Nicolas Roche (Sunweb) mantenga el maillot rojo y salude por última vez a los aficionados alicantinos desde lo más alto del podio.

Juguetes en la salida

Ibi, ciudad del juguete por excelencia, será el punto de origen del tercer día de la Vuelta en Alicante. Tras Torrevieja y Benidorm, la organización escoge como salida un enclave que seguramente haga las delicias de los aficionados más jóvenes.

A continuación, el pelotón pondrá rumbo a Castalla y pasará por Monforte del Cid, Aspe, Novelda y Monóvar en los primeros kilómetros del día, los elegidos por los intrépidos ciclistas que busquen la escapada que les permita lucirse, tanto ellos como a sus sponsors, y soñar con romper el anunciado sprint.

Elda, Petrer, Sax, Santa Eulalia, Villena y Cañada serán los siguientes puntos del mapa a pasar antes de afrontar en Biar el primero de los dos puertos de tercera categoría, una ascensión de 2,7 kilómetros. Tras el descenso, la «serpiente multicolor» pondrá rumbo a la otra ascensión del día, pasando por Onil y Castalla.

El puerto de Tibi, también de tercera, será la otra dificultad orográfica a afrontar en la etapa: 6,7 kilómetros y cima a casi 38 de meta. Si algún esprínter se corta habrá tiempo de sobra para que sus compañeros de equipo le reintegren en el pelotón.

Una vez finalizada la escasa montaña del día y tras pasar por Xixona, los ciclistas disputarán el sprint intermedio en Bussot, a 21 kilómetros de la línea de meta, para encaminarse posteriormente hacia Mutxamel, Sant Joan d'Alacant y Santa Faz antes de entrar en las calles de Alicante, donde la meta esperará al vencedor junto al mar, en la Explanada.