En doble sesión, la matinal dedicada a probar el fondo físico de los jugadores en la pista de atletismo, y la vespertina, en el pabellón, con el balón como protagonista antes de empezar a desplegar el abanico táctico del cuerpo técnico. Con dos Pedros tutelando el proyecto, Rivero fuera de la cancha y Llompart, dentro, echó a andar el HLA Alicante centrado en una sola cosa: consolidar el proyecto lucentino en la antesala de la ACB antes de poder pensar en cotas más ambiciosas.

El primer día estuvo marcado por las ausencias forzosas de Justin Pitts, Devin Schmidt, Bamba Fall (pendientes de recibir sus visados en regla en sus países de origen) y del pívot ilicitano Sergio Mendiola, que tiene previsto sumarse al grupo el día 2 de septiembre (en el club confían que pueda ser antes) porque su contrato de cesión recogía que debía realizar parte de la pretemporada con el UCAM, dueño de sus derechos deportivos.

Pedro Llompart, Nacho Díaz, Chumi Ortega, Álex Galán y Guillem Arcos completaron el trabajo de la mañana junto a los invitados José Antonio Blázquez y Alejandro Vergara, y también con el integrante del sénior B Universitat d'Alacant FLBA, Gonzalo Huerta. Todos se sometieron al test de Course-Navette en la pista de atletismo, donde compartieron espacio durante una hora con el primer equipo del Hércules.

Dos fichajes más

Rivero, que marca como único objetivo para el proyecto «la permanencia», continúa pendiente de dos piezas más que completen la plantilla (un alero y un ala-pívot), cuya contratación está bastante avanzada. El técnico, en su segundo año al frente del banquillo del HLA, espera que su equipo se apoye en los pilares del curso anterior para mantenerse en la LEB Oro. «Las líneas maestras de nuestro estilo de juego, la lucha, la entrega y el esfuerzo, se van a mantener», explica el entrenador, que se siente más cómodo en la nueva categoría «porque la conozco mejor» de su exitosa etapa como jugador.

«Abordamos la pretemporada al 200% desde el primer instante», dice el preparador lucentino, que considera las cinco semanas de preparación, antes del estreno en Liga el 27 de septiembre, «tiempo suficiente para nuestra puesta a punto». «Somos un equipo muy joven y por tanto la única posibilidad es plantearnos un reto acorde con nuestra realidad y con la plena objetividad: la salvación», reitera el técnico segoviano, que prevé iniciar el ciclo de encuentros amistosos en diez días, ya con toda la plantilla a su disposición. Hoy está previsto que se una al grupo el base Jorge Sanz. Con él, ya serán nueve a las órdenes de Rivero.