La jugadora de Benidorm Liliana Fernández, que este sábado consiguió la medalla de bronce en el Campeonato de Europa de voley playa en Moscú, afirmó que el tercer puesto les concede a ella y a su compañera, Elsa Baquerizo, un gran impulso para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Liliana Fernández explicó que es optimista y confía en que, a principios de junio del próximo año, consigan el billete para Tokio «de forma directa, sin necesidad de jugar Preolímpicos», según declaraciones a la web del Proyecto FER de la que la benidormense es integrante.

La medalla de bronce no fue nada fácil para las españolas en un encuentro en el que llegaron a tener tres puntos de ventaja sobre las suizas y, posteriormente, salvar cinco bolas de partido.

«Posiblemente el del sábado sea uno de los partidos más épicos o espectaculares. Ha sido el encuentro más especial de los últimos años. Fue una gran batalla», manifestó Fernández.

La deportista alicantina, que hacía seis años que no lograba una medalla en un Europeo, explicó que después de la maternidad ha recuperado «fuerza y explosividad» y que a nivel físico y técnico se encuentra muy bien.

Además, destacó que donde más han mejorado ella y su pareja es en la lectura de los partidos, «en saber qué tenemos que hacer y cómo afrontar cada momento del partido, ya sea un momento bueno o malo». El bronce conseguido en el Europeo es un paso más hacia la clasificación para los Juegos en los que la pareja espera firmar su tercera participación consecutiva.

Tras un torneo espectacular, en el que tan sólo sufrieron el patinazo de las semifinales ante quienes a la postre se han llevado el oro, Liliana Fernández Steiner y Elsa Baquerizo McMillan consiguieron un gran resultado en Moscú, donde esta semana disputan un nuevo torneo.

Lo hicieron tras vencer a las suizas Heidrich/Vergé-Dépré en un partido de infarto que se resolvió en un tercer set eterno. Cuarenta puntos fueron necesarios disputar en él hasta que las españolas conseguieron colocar en el marcador el 21-19 definitivo a su favor. Un partido y un equipo de los que crean afición; una hora de juego que ha sabido a poco.

Y eso que los inicios del partido no fueron muy alentadores para la pareja española. Las suizas lo controlaron de principio a fin y, sin dar opción a las españolas, se lo adjudicaron con un rotundo 13-21. Pero Lili y Elsa no se rinden nunca. Supieron mantener la calma y, punto a punto, en el segundo set dejaron sin argumentos a Heidrich/Vergé-Dépré, para devolverles la moneda con un 21-15 incontestable. Y así se llegó al tercer set.

En el tie-break, Lili y Elsa salieron como un huracán, y en los primeros minutos ya se habían colocado en un 5-1 que no presagiaba nada bueno para las suizas. Pero éstas pisaron el acelerador y, tras un tiempo médico por un balonazo en la cabeza, las helvéticas lograron alcanzar a las españolas. Éstas, no obstante, supieron conservar la cabeza fría pese a que en la arena no les estaba saliendo todo bien. Sufrían en el side-out y las rivales se aprovechaban de ello. De un cómodo 12-9 para las nuestras, las suizas pasan a empatar a 13. Empate a 14; empate a 15; empate a 16; empate a 17; empate a 18; empate a 19... y ya no hubo más. Dos puntos consecutivos de las españolas pusieron el 21-19 definitivo que ha valido una medalla de bronce, la segunda que Lili y Elsa consiguen en un europeo, y a las que hay que añadir otra de plata. El oro queda para otra ocasión, que sin duda la habrá.

Alegría máxima en la pareja española tras derrochar esfuerzo en un partido épico que apunto estuvo de dejarlas fuera del cajón y al que la confianza en ellas mismas les hizo tener ese punto necesario para conseguir el ansiado objetivo. Ahora toca pensar en el siguiente campeonato y seguir obteniendo puntos para el ránking mundial.