Eduardo Rodríguez va de frente. Siempre lo fue. Y ello le ha traído más de un quebradero de cabeza en el borrascoso mundo del fútbol. En junio, tras dos ascensos seguidos, el Intercity decidió no renovarle ante el asombro del mundo del fútbol alicantino. Ahora, dos meses después, reaparece por el «poco tacto» de su sucesor en la dirección deportiva en la entrevista que se publicó ayer sobre estas páginas.
P Le molestó que Manuel Baghdoyan, quien le relevó en el cargo, no se acordara de usted.
R Lo consideramos [habla también por Miguel Marí] una falta de respeto. Por eso estoy aquí. Contestó una pregunta sobre nosotros con una frase lapidaria, sin ningún detalle de agradecimiento. Parece que en ese club cuanto menos se hable de nosotros, mejor.
P Él llegó de su mano hace dos veranos.
R Exacto, por eso estamos enfadados, en la vida hay que ser agradecido. Salva, al menos, sí que tuvo un detalle con nosotros cuando no renovamos, cosa que no ha tenido Baghdoyan.
P El entrenador José Vicente Lledó también se ha quedado en el club.
R Lo normal es que se hubiesen venido con nosotros, pero cada uno tiene derecho a mantener a una familia y tener un sueldo. Que cada uno haga lo que tenga que hacer.
P Eso no lo han perdonado.
R Nos supo mal, tenemos claro que sus dos posiciones dentro del club son muy débiles y que en cualquier momento van a saltar por los aires. Cuando haya un resultado adverso, los dueños actuarán porque sólo les valen las victorias y la Tercera es muy difícil. Intuyo que pasarán varios entrenadores.
P ¿Ha digerido ya su marcha?
R Conforme pasa el tiempo uno va descubriendo cosas. El año pasado Salva se saltó a la dirección deportiva y renovó a varios jugadores contra nuestra voluntad. Y lo hizo por su cuenta.
P ¿Con qué motivo?
R Debe de tener como ídolo a Florentino Pérez, que no tiene secretario técnico. Supongo que se sentirá capacitado, pero lleva dos años en el mundo del fútbol y cuando llegó no sabía nada.
P ¿Ha palpado inestabilidad en los inversores tras su salida?
R Es una pregunta para ellos, yo creo que Javier Mira, su socio, se ha equivocado absolutamente con su pasividad. Es una cagada que en Tercera no sólo no refuerces la dirección deportiva, sino que la debilites. Ya sea con nosotoros o con otras personas.
P ¿Cuál cree que es el motivo?
R Imagino que es más cómodo tener ahí a gente más débil que no va a decir que no a nada.
P ¿Dista mucho la actual plantilla del Intercity de la que usted había diseñado?
R Muchísimo, salvo la parte de arriba porque David Torres y Cristian Herrera me parecen buenos futbolistas. Está sobredimensionada la parte de arriba, con nueve jugadores entre extremos y delanteros, ninguno sub'23. La plantilla está descompensada.
P Aunque su confección también trascendía los motivos deportivos...
R Sí, hay jugadores que no tienen el nivel para un equipo que quiere ser campeón de Tercera, pero hay otros que son 'venenosos' para el vestuario. Nosotros consideramos que debían salir del club y Salva los renovó. Al final le salía más barato no renovarnos a nosotros que echarse atrás con esos seis u ocho jugadores y rescindirlos.
P ¿Ha tenido alguna oferta de otros equipos para reengancharse al mundo del fútbol?
R Pues mire, no nos ha llamado nadie. Muchos clubes deben de pensar que si no hemos renovado fue porque algo habríamos hecho. Un presidente de Tercera decía que era ilógico, que tenía que investigar lo que había ocurrido. A lo mejor la gente se piensa que hemos robado, que nos hemos llevado alguna comisión, que nos hemos ido de juerga con los jugadores o que no trabajábamos. Nos ha hecho muchísimo daño.
