Más músculo. El HLA ha convencido al veterano Bamba Fall (Saint Louis, 27 de mayo de 1986) para que salga de su zona de confort en la liga estonia y pruebe su carácter intimidador en la LEB Oro española. Lo hace con 33 años, cargando con sus 215 centímetros de pívot y después de acumular títulos locales en la mayoría de clubes en los que ha estado, sobre todo en la Europa del Este.

Las dos últimas campañas las ha pasado en el Kalev de Tallin. En la primera, el senegalés promedió 12,4 puntos (con 64% de acierto en tiros de campo), 8,8 rebotes y 2 tapones. De forma paralela, en la Liga Báltica, mejoró sus registros: 14 tantos (con 66% de acierto), 8,5 capturas y casi dos tapones en la Liga Báltica. El curso pasado, el expívot del Kalev, firmó una media de 11,3 puntos, 7 rebotes y 2 tapones.

Su envergadura inusual le llevó a EE UU con 15 años. Cuando salió del instituto en Virginia, disputó la NCAA con la Southern Methodist University. Sin sitio en la NBA (se quedó en la G-League con los Maine Red Claws, una franquicia vinculada a los Celtics), ha desarrollado toda su carrera en el viejo continente. Ha sumado títulos de liga, copa, y ha disputado torneos continentales (Eurocup).

Esa experiencia y sus siete pies de altura han convencido a Rivero. Unicamente dos hombres han sido más altos que él en el Lucentum: Bruno Sundov (2,21) y Martynas Andriuskevicius (2,18).