Rubén Garcés pasa por ser el último jugador en aterrizar en el vestuario del Alcoyano. Incorporado al grupo hace apenas cinco días, ha destacado que «el grupo está unido, formado por gente humilde. Lo importante es que todos rememos en la misma dirección y a partir de ahí nos centremos en el objetivo», ha explicado el polivalente defensor de 25 años procedente del Ejea.

Garcés ha admitido que «no había mucho que pensar cuando surgió la oferta del Alcoyano. Vengo con la ilusión de un niño pequeño intentando ayudar al equipo lo máximo posible. Tenemos que ascender». En este sentido ha incidido con que «hay que ir partido a partido, pero la prioridad del club y mía es ayudar al equipo a subir a Segunda B».

El futbolista oscense puede actuar indistintamente en la demarcación de central, donde se encuentra más cómodo, o en el lateral diestro. Con apenas 18 años debutó con el Huesca en Segunda División. Como curiosidad, disfrutó de los últimos 5 minutos del encuentro que el cuadro aragonés disputó en El Collao el 25 de febrero de 2012. Posteriormente, vistió las camisetas del Toledo, Arandina, La Nucía y Ejea, del que procede.