A la espera de que se relaje el mercado de jugadores para la LEB Oro, el HLA Alicante ya ha fichado un «galáctico» para su dirección de comunicación: Marcos Beltrá, ex jefe de prensa de la FIBA, el Real Madrid y varios Mundiales de baloncesto y Juegos Olímpicos. Asegura que no se siente una «prima donna», sino que viene a aportar toda su experiencia para asentar al Lucentum en la categoría de plata y aumentar la base de la afición.
P ¿Cómo y por qué acaba en el HLA Alicante alguien que ha sido jefe de prensa en el Real Madrid, la FIBA, los Juegos Olímpicos y los Mundiales de Baloncesto
R Primero por razones personales y familiares. Abandono la FIBA en 2009 y decido hacer un paréntesis. Siempre he estado muy ligado a la provincia y a la ciudad de Alicante por vínculos familiares. Aquí me siento como en casa desde mi infancia. Y he seguido el baloncesto de Alicante todo lo de cerca que me lo permitían mis obligaciones. Y he prestado especial atención a la gestión de Toni Gallego, Dani Adriasola y Miguel Médicis. Han sido muy realistas con la situación económica en cada momento y se ha ofrecido una imagen muy fresca, accesible y normal.
P Con todo su bagaje, ¿qué piensa aportar a un equipo de LEB Oro como el HLA Alicante?
R Se me podían ofrecer un abanico de posibilidades teniendo en cuenta mi trayectoria, pero me apetecía hacer algo por Alicante. Quiero mucho a esta ciudad y me ilusiona el proyecto que encabeza Toni Gallego. Crece paso a paso sin saltarse ninguna etapa. Me muevo más por el corazón que por cuestiones crematísticas. No le doy más vueltas a la situación.
P Además de las tareas propias de comunicación, ¿tendrá alguna otra responsabilidad en el seno del club?
R Tenemos una estructura profesional pero aún es un tanto limitada. Todos nos ayudamos un poco en todo. Somos muy pocos. Puedo aportar mi experiencia a nivel de eventos en Juegos Olímpicos, Mundiales, en el Real Madrid... Tengo una visión bastante global de lo que es el espectro del baloncesto a nivel nacional e internacional. También me llevará tiempo ponerme las pilas en lo que respecta a la Liga LEB Oro porque no soy un experto en esa competición. Haciendo las cosas sin prisa pero sin pausa es como se avanza; no se trata de hacer una revolución y cambiar doscientas cosas a la vez. Cada vez habrá más infomación y facilidades para los medios. La acogida ha sido muy agradable y Alicante y el HLA tienen un valor importantísimo, que es una afición que se entrega al mil por mil. He visto pocas aficiones como la Kali Nord, el buque insignia de este apoyo, que ha estado muchos años a las buenas y a las malas. Quiero intentar dar un paso más allá en LEB Oro: que cada vez haya más presencia en los medios y arrastrar a los aficionados al deporte de Alicante para que se conviertan en afición lucentina.
P A nivel de exigencia deportiva e institucional, ¿qué le espera al HLA en la LEB Oro?
R La exigencia es importante. Y la directiva es realista. Aquí no se escuchan declaraciones de que vamos a conseguir esto o lo otro. Lo que se escucha es vamos a intentar progresar y asentarnos. El año pasado se consiguió un logro importante con el doblete, pero la realidad financiera es la que es. Y el objetivo del club, dicho por Gallego y Adriasola, es asentarse en la competición porque la competencia es terrible con rivales que nos duplican y casi triplican en presupuesto.
P Entre los rivales hay equipos históricos de la ACB como Guipúzcoa y Breogán...
R El nivel competitivo es muy importante. El objetivo del HLA es intentar estar en unos pocos años en el grupo de cabeza. Siendo realistas, lo fundamental este año sería atraer a más público y conseguir su apoyo y estar en una parte cómoda de la tabla para que no haya sobresaltos.
P ¿Tiene alguna receta para que la afición alicantina al baloncesto vuelva a ilusionarse con fuerza en la Liga regular y no sólo en los «play-off»?
R Es pronto aún, pero junto al departamento de márketing realizaremos acciones para acrecentar la base de la afición. Fomentar las redes sociales del club y la relación con los medios, que sois los transmisores de la información y los valores de un club. Y se implicarán los jugadores, entrenador y directivos.
P ¿Ha pensado en estrechar lazos con otros clubes vecinos como el Hércules?
R Nos tenemos que ver no como rivales, sino como clubes casi hermanos, aunque al final compitamos por una cuota de «share». Si uno progresa, también lo hace el otro.
P Finalmente, se mantiene la apuesta por los viernes noche para jugar...
R Es una apuesta de continuidad. El eslogan «Fieles a los viernes» refleja el éxito del horario la temporada pasada. Es una opción que cuadra a buena parte de la afición y las 21 horas se adapta a las jornadas unificadas que fija la Federación. El viernes tiene un componente lúdico que se asocia con el relax y lo festivo por el comienzo del fin de semana. Y los jugadores y jugadoras de la base pueden acudir al pabellón Pedro Ferrándiz. Pensamos en la afición, los patrocinadores y nuestra base.
P Esta temporada cobra un especial relieve la figura del entrenador Pedro Rivero. En el plano deportivo es la piedra angular del proyecto...
R Sin duda. Rivero es un buen ejemplo de cómo hacer una transición perfecta de la vida de jugador a la post-vida en una carrera tan longeva como la suya. El cambio es brutal. Colgar las botas después de tantísimas temporadas, en las que tu rutina y tu día a día casi se pueden calcar de un mes y un año para otro. Su transición a entrenador también fue muy sencilla. Tendría sus dudas, pero ha sido modélica su transición. Era un referente en el vestuario y pasar de jugador a entrenador no siempre es tan fácil. Le acompaña un «staff» muy completo, sobre todo los dos Albertos [Antuña y Carrillo]. Y Pedro está embarcado en el proyecto con toda la ilusión. El entrenador es clave para un director de comunicación: si no cree en tu forma de vender el producto, poco adelantas.
P ¿Cuál es su gran reto en esta aventura alicantina en el HLA?
R Ser feliz y que el club también lo sea con mi incorporación. No vengo con aires de «prima donna»; al contario, soy una persona bastante sencilla y vengo a aportar.
