La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha expulsado al CF Reus Deportiu de la Segunda División B cinco semanas antes del inicio de la competición, por no haber presentado en tiempo y forma el aval de 200.000 euros que se le reclamó.

Según la normativa, los equipos que ahora tienen prioridad para ocupar su plaza en el grupo III son, por este orden, el Hospitalet, el Horta y el Peralada. El primero está decidido a aprovechar la oportunidad, tiene el dinero para hacerlo y todo parece indicar que la próxima campaña será rival del Hércules, Orihuela y La Nucía.

En un comunicado, la RFEF lamentó ayer que el club reusense no depositara el aval necesario para poder salir a competir, sin especificar la cantidad, aunque se trata de 200.000 euros. El tiempo máximo para presentar dicho aval era el «10 de julio», según explica el escrito.

Tal y como se detalla en el mismo comunicado, el mismo día 10, la RFEF recibió una petición del Administrador Concursal que está gestionando la situación extraordinaria de un club intervenido desde el pasado 22 de marzo. Solicitaba una ampliación de una semana en el plazo para depositar el aval.

Ayer miércoles 17 de julio finalizaba dicho plazo, tras el cual «el CF Reus Deportiu no ha cumplido con los distintos requerimientos efectuados».

Por este motivo, la Federación ha resuelto que el Reus «no sea admitido en la actual temporada 2019-2020 para participar en la categoría de la Segunda División Nacional B, pudiendo hacerlo en la inmediata inferior», o sea, en Tercera División.

Precisamente, el filial del CF Reus Deportiu estaba inscrito en dicha categoría, pero no podrá participar en la misma, «pudiendo hacerlo en la inmediatamente inferior», es decir, en Primera Catalana.

De momento no se ha producido ningún tipo de reacción desde el club reusense, ya que la única persona que actualmente trabaja en él es el mismo Administrador Concursal, que hasta el momento no se ha manifestado sobre la delicada situación de la entidad.