El «We are the Champions» sonó en el Camilo Cano. Lágrimas de emoción en las gradas de La Nucía tras pitar el árbitro el final de un partido agónico. El conjunto nuciero ya es de Segunda B. San Julián sembró la apoteosis en el Camilo Cano con un gol en el minuto 93 que dio el ascenso a La Nucía a la Segunda B por primera vez en su historia. La afición enloqueció con un gol a base de fe tras constantes ataques. Remontada histórica e invasión de campo para celebrar la machada con los jugadores.
David Torres abrió el camino con un gol en su estreno con la camiseta rojilla y a partir de ahí La Nucía fue un ciclón en ataque. Ha tenido que esperar 10 años desde su última final por el ascenso para poder celebrar un hito histórico para una ciudad de 18.000 habitantes. Machada gigante la conseguida por el equipo de Miguel Ángel Martínez. Fiesta por todo lo alto en el Camilo Cano.
Tensión en los primeros 45 minutos entre dos equipos con miedo a recibir un gol que pudiera marcar la eliminatoria. La Nucía se llevó un susto a los cuatro minutos de arrancar el choque cuando un remate de Chendo paseaba por la línea de gol acabando fuera del campo. Se hizo el silencio en un impresionante Camilo Cano que registró un lleno total. Pero por fortuna la afición pudo respirar en un arranque de partido frenético. El Linares demostraba un gran fútbol pero las llegadas del conjunto rojillo creaban más peligro.
El conjunto andaluz mandaba en el juego con mucha seriedad atrás y con un Chendo en ataque que daba la sensación de crear peligro con cada balón que tocaba. Mientras, La Nucía presentaba batalla de la buena. Fofo fue uno de los más destacados en los primeros 45 minutos. De sus botas salió una de las ocasiones más claras para el conjunto de Miguel Ángel Martínez en la primera mitad. Se adentró peligrosamente en el área y su centro fue a la cabeza de David Torres que remataba por encima del larguero. Inmejorable ocasión para el delantero fichado exclusivamente para este partido por la lesión de Mariano Sanz. Luchó incansablemente pero la defensa nuciera tiraba de oficio para no permitir ningún susto.
Minutos más tarde fue el Linares el que metió el miedo en el cuerpo a los más de 4.000 espectadores con un disparo que se marchó fuera por muy poco. Mucho calor sobre el césped y el árbitro se vio obligado a pedir un tiempo muerto para que los jugadores se refrescaran. El encuentro prosiguió sin un claro dominador pero con llegadas para ambos conjuntos.
Tampoco ninguno de los equipos quiso crear riesgos innecesarios tras el 0-0 de la ida. El empate sin goles al descanso dejaba el ascenso a Segunda B pendiente de lo que pasara en al segunda mitad.
En la reanudación, La Nucía tomó el mando de la situación. Jandro tuvo la primera tras botar una falta peligrosa al borde del área pero sin que finalmente pusiera en aprietos la meta defendida por un seguro Lopito. Los nervios se fueron apoderando de los jugadores conforme iban pasando los minutos. El Linares jugaba mejor al fútbol pero los nucieros se acercaban con más peligro. De hecho el árbitro anuló un gol a David Torres en el minuto 52 de partido por fuera de juego muy protestado por el público tras una bonita vaselina ante el portero.
Del subidón al bajón. Penalti claro ante Chendo en la siguiente jugada y gol de Javi Bolo, que no dudó en el lanzamiento y dejaba las cosas francamente complicadas. Jarro de agua fría para el conjunto nuciero que se veía obligado a anotar dos goles para remontar la eliminatoria.
A por el gol
A por el gol
Ante este nuevo escenario, a los rojillos no les quedaba otra que lanzarse al ataque apoyado por un público totalmente entregado. Y tocaba asumir riesgos en defensas, no cabía otra para darle la vuelta al marcador. De esa situación nació una clarísima ocasión para el Linares con Chendo como protagonista quien completamente solo lanza el balón al cuerpo de Óscar.
La posesión era para La Nucía mientras el conjunto de Juan Arsenal controlaba bien la situación ventajosa. Un lanzamiento de Forte de fuera del área fue lo más destacado de los locales en los minutos de mayor pujanza. Se echaba en falta algo más de puntería y sobre todo que algún balón fuera entre los tres palos, qué menos, pero resultaba una tarea ardua.
El tiempo jugaba en contra de La Nucía en lo que debía ser su fiesta con un Camilo Cano engalonado para la ocasión. Lo intentaban los rojillos una y otra vez hasta que por fin David Torres encontró en el minuto 71 el premio a la insistencia con un gol que enloqueció al estadio tras una buena jugada de todo el equipo. Su primer gol con la camiseta nuciera que podía valer su peso en oro. Pero hacía falta otro gol para darle la vuelta a la eliminatoria y poco más de 20 minutos de tiempo.
De nuevo tiempo muerto por el calor que benefició al Linares en plena racha de ataques de La Nucía. Máxima tensión y poco tiempo por jugar. El «¡Sí se puede!» retumbaba con fuerza en las gradas. Cada acercamiento de los rojillos servía para multiplicar los decibelios. Toda la temporada en juego para ambos conjuntos.
Agonía total sobre el césped. El Linares se dedicaba a achicar balones ante el continuo asedio de La Nucía. Derroche de esfuerzo y cuenta atrás hasta que San Julián remató dentro de la portería para hacer historia. Su nombre quedara para siempre en la historia. Era su último partido con 40 años.
