El ciclista alicantino Eugenio Sánchez (Lizarte Team) lleva unas horas disfrutando de su victoria en la XXXVII Volta a Castelló, reservada a corredores sub 23, en la que además de llevarse el maillot amarillo de vencedor de la general también ha conseguido el de la regularidad y el de primer valenciano. Su exhibición en la etapa reina del sábado con final en Vistabella todavía está en la retina de compañeros y rivales. "Veíamos que tenía calidad y en la primera prueba en la que le hemos dado galones de jefe y que le pedimos que la disputara ha cumplido con su nuevo rol. Venía trabajando muy bien para el equipo y en su nuevo cometido se ha sentido cómodo, circunstancia que no todo el mundo sabe asimilar", comenta el director Juanjo Oroz, que no duda en afirmar que "Eugenio tiene un gran futuro por delante". Sánchez ha demostrado sólo parte del ciclista que lleva dentro y tiene la suerte de estar en un equipo como el Lizarte, filial del Movistar, donde ha crecido el reciente vencedor del Giro de Italia, Richard Carapaz, además de Héctor Carretero, Andrey Amador y Antonio Pedrero que fueron claves para que el ecuatoriano se llevara la maglia rosa. "Para mí, al igual que para todos mis compañeros, es un plus muy grande saber que corredores como Richi, Carretero, Amador... y muchos más han pasado por aquí. Se impulsa a seguir mejorando y a creer en que puedes llegar a ser uno más", explica Eugenio, consciente de que esa es la estela a seguir, que con dedicación el objetivo no es una utopía. Ese camino lo han seguido con éxito otros anteriormente.

En su segundo año en sub 23 ya sabe lo que es vencer en una vuelta por etapas. "Estoy viviendo unos momentos muy bonitos. La alegría es tremenda porque triunfos como este demuestran que se están haciendo bien las cosas y que poco a poco vamos creciendo como ciclistas". El calpino dice estar orgulloso del comportamiento de su equipo en lo logrado el pasado fin de semana. "Para mí, ver trabajar a todo el grupo para conseguir esta Vuelta ha sido lo que más me llena. Saber que tienes a un equipo compacto y sin fisuras para afrontar cualquier decisión es un lujo. Solo tengo palabras de agradecimiento hacia ellos".

Eugenio Sánchez reconoce que "desde que conseguí el triunfo en la Volta a Castelló he recibido infinidad de felicitaciones, incluida la de mi director Juanjo Oroz. Para mí es un plus más de motivación de cara a los siguientes objetivos, sabiendo que hay gente detrás que me apoya y me ayuda en cada paso que doy" .

Gracias a su abuelo

El alicantino, que se enamoró de este deporte gracias a su abuelo, es un corredor que se siente cómodo "cuando la carretera se pone cuesta arriba". No obstante, es muy completo encima de una bicicleta. "También se me dan muy bien las etapas rompepiernas y llanas y soy un ciclista que siempre corre en cabeza". En suma, un auténtico diamante en bruto. De ahí que en un futuro no muy lejano podría estar pedaleando en el pelotón profesional. "Yo, como todos los que competimos en sub-23/élite, sueño con poder llegar arriba, pero no debe de ser una obsesión. Es algo en lo que si trabajas y persistes algún día llega. Por eso, ahora mismo pienso en mi día a día, fijándome objetivos cercanos y alcanzables, con los que tal vez pueda pasar al mundo del profesionalismo".

La ronda castellonense estaba dentro de su calendario marcada en rojo al igual que el Campeonato de España que se correrá en Murcia. De ahí, que cuando atravesó la meta el domingo su grito de alegría se pudo escuchar en Calpe. "Sentí mucha felicidad. Cruzar la línea de meta en Vistabella, el sábado en la etapa reina, fue una experiencia inolvidable para mí, y ese grito fue de emociones encontradas y que sentía que necesitaba liberar. Lo repetí en la última jornada cuando ya la ronda era mía".

Con los pies en el suelo

Pese ha haber nacido en Albacete, Eugenio Sánchez dice sentirse "calpino" ya que "vivo aquí desde muy niño y he crecido como ciclista en Calpe". En su madurez como corredor ha sido fundamental Severo Rodríguez. "Es mi segundo padre. Es el dueño del restaurante Zafiro en Calpe. Gracias a él empecé a correr aquí en escuelas y cuando fui a pasar a cadetes sacó el equipo Zafiro Team Calpe. Ahí empecé a aprender lo que era el ciclismo y fue quien me enseñó todo sobre el mundillo. Aún ahora me sigue asesorando en lo personal y en lo que a ciclismo se refiere". Eugenio Sánchez cuenta con una "grupeta" muy diversa cuando sale a entrenar. "Hay días que en Calpe salgo con mis compañeros de siempre, gente con la que compartí equipo en cadetes, como Roque Lloret, que milita ahora en las filas del Pizzeria Española, o Iván Palomeque, ahora en el Castillo de Onda, además de con Miguel Juan, que corre en Mutua. Luego en Elche salgo con Tomás Miralles, corredor de mtb pero al que le encanta la carretera, y siempre cuenta conmigo para salir a darnos cera, y con Marco Marco y Raúl Granados del Ulb". El futuro es suyo, pero de momento sólo piensa en salir a entrenar cada día para mejorar. La Volta a Castelló ya es historia.