Día grande para el Xaloc Alacant. El equipo femenino de fútbol sala recién ascendido a la Primera División fue recibido ayer por Luis Barcala, alcalde en funciones de Alicante. La gesta de las jugadoras alicantinas, que en tres años han pasado de militar en categoría provincial a hacerlo en la élite del fútbol sala, no ha pasado desapercibida para nadie y el Salón Azul del Consistorio se convirtió en un acto de homenaje con innumerables felicitaciones, promesas para la próxima temporada, intercambio de placas y repetidos aplausos para un equipo que todavía trata de asimilar el éxito conseguido.
Lideradas por María Molina, la entrenadora que ha permitido el milagro, asistieron al acto las jugadoras Tere Cuadau, Elena Sanchís, María Valenzuela y Claudia Marín. Ilusión en sus rostros y muchas ganas de medirse ya con equipos que les multiplicarán en presupuesto. Para satisfacción, la que mostraba Vicent Oncina, «Sento» para sus amigos, el presidente del club que ha conseguido instalar al equipo en la máxima categoría tras muchos años de sacrificio. La felicitación de Barcala fue una de las primeras de este nuevo equipo de Primera División. Si hace un mes fue el Lucentum quien recibía los honores en el Salón Azul por su ascenso, en esta ocasión fue el Xaloc el que se hizo acreedor tras situar a Alicante en la élite donde se encontrarán con el equipo de la UA, con el que se vivirán bonitos derbis.
Barcala llenó de optimismo al Xaloc con sus palabras en el arranque del acto. El todavía alcalde en funciones prometió ayuda al equipo alicantino y a su base en una temporada en la que se verá obligado a triplicar el presupuesto para ser competitivo. Barcala resaltó la importancia de que este club, con más de treinta años de historia, pasee el nombre de Alicante por la geografía nacional, al tiempo que ha resaltado la labor que desempeña de promoción de deporte de base y femenino, en particular.
María Molina tomó a continuación la palabra para felicitar a las 13 jugadoras que consiguieron la gesta derrochando esfuerzo. Con los pies en el suelo, dejó claro que todavía el club debe certificar en los despachos lo conseguido en la pista.
Vicent Oncina, pleno de felicidad, quiso dedicar a la ciudad el ascenso conseguido y pidió ayuda a las instituciones para llegar lo más lejos posible con un proyecto que ha dado la sorpresa en su segunda temporada en Segunda División. Intercambio de placas entre alcalde y presidente con la esperanza de seguir celebrando éxitos en el Consistorio alicantino.
