El Real Valladolid mostró ayer su «sorpresa, total desconocimiento e indignación» ante las informaciones de que varios jugadores del equipo podrían estar implicados en el supuesto amaño del encuentro ante el Valencia. Además, anunció que, respetando la presunción de inocencia, se personará en las actuaciones judiciales y que abrirá una investigación interna a los jugadores convocados en el último partido de Liga.

El diario «El Mundo» publicó ayer algunas de las transcripciones de las escuchas de la «operación Oikos» en las que uno de los detenidos, el exfutbolista Carlos Aranda, decía que había siete jugadores del Valladolid «comprados» durante el último duelo de LaLiga Santander ante el Valencia, con victoria 'che' (0-2).

«El club muestra su sorpresa, total desconocimiento e indignación ante las informaciones aparecidas en los medios de comunicación en el día de hoy [por ayer]. El club muestra su máximo respeto y colaboración con la Justicia y la integridad de la competición, y, por su parte, también ha iniciado una investigación interna a los futbolistas convocados para el último partido de esta temporada, disputado frente al Valencia. El objetivo es contribuir a esclarecer los supuestos hechos con la mayor rapidez», detalló el Valladolid en un comunicado.

El club pucelano, que desea «un pronto y total esclarecimiento de los supuestos hechos», dijo sentirse «perjudicado», razón por la que se personará «en las actuaciones judiciales actualmente en curso».

«De igual modo, el Real Valladolid Club de Fútbol se reserva su derecho a ejercer cualquier tipo de acción contra cualquier persona o entidad que manifieste o haya manifestado la posible implicación del club en este tipo de conductas ilícitas», advirtió.

En este sentido, la entidad quiso recordar que en su Consejo de Administración de la semana pasada aprobó un Protocolo contra el Fraude Deportivo, «cuya primera decisión fue incoar expediente disciplinario al jugador Borja Fernández». «El club respeta la presunción de inocencia de su plantilla», añadió la entidad.

Mientras, el presidente del Girona, Delfí Geli, admitió ayer en la emisora RAC1 que el club catalán se pondrá en contacto con la Liga y la Federación para descubrir si salió perjudicado en el caso Oikos, en el marco del cual podría haberse amañado el duelo de la última jornada de LaLiga entre el Real Valladolid y el Valencia en Zorrilla (0-2). «Siempre han dicho que no aceptarían ningún tipo de influencia», enfatizó Geli.