La ciudad de Orihuela continúa volcada en la celebración de un ascenso que se ha convertido en un acontecimiento histórico por la solvencia en la que el equipo logró el objetivo y por las anteriores temporadas que lo intentó sin éxito. Veinticuatro horas después de ganar al conjunto zaragozano de Tarazona en Los Arcos en el partido de vuelta de la eliminatoria de campeones y festejar al unísono jugadores, cuerpo técnico, directiva y afición el regreso a la Segunda División B, continuaron los festejos con la celebración de actos institucionales en los que los protagonistas brindaron el éxito a los seguidores y al municipio oriolano en su totalidad.
Tal como marca la tradición y como ya hiciera este mismo club en su anterior ascenso hace 13 años, toda la plantilla acompañada por técnicos, dirigentes y trabajadores de la entidad que preside Antonio Felices, se dirigió en la noche de ayer al Santuario de Nuestra Señora de Monserrate para hacer una ofrenda de flores a la patrona de la ciudad y dedicarle el éxito.
Toda la comitiva pasó también por el manto de la Virgen como muestra de fe de cara a futuros objetivos que se planteen con el equipo en Segunda División B.
Numerosos aficionados siguieron de cerca este acto protocolario, mostrando su felicidad por la experiencia vivida después de los fracasos de promociones anteriores ante el Betis B y el Langreo, en las que el Orihuela se quedó a las puertas del ascenso. La decepción ha sido tanta en las últimas temporadas, que alcanzar la categoría de bronce ha desatado una explosión de euforia y alegría contenida durante años.
Tras ofrecer a la patrona de la ciudad el ascenso, la comitiva se dirigió hacia el Ayuntamiento de Orihuela, donde se encontraban a la espera de su llegada, el alcalde Emilio Bascuñana, y el concejal de Deportes, Víctor Valverde. Ambos recibieron a los protagonistas del ascenso en la Sala del Oriol de la Casa Consistorial, donde el primer edil y el máximo responsable del deporte del municipio, hicieron saber a los presentes el orgullo qué supone para la ciudad este tipo de éxitos, como ya hicieran en otra recepción anterior cuando el equipo quedó campeón de Liga. También destacaron los agradecimientos hacia el esfuerzo desplegado a lo largo de toda la temporada por un equipo humano que ha sabido enganchar a la afición para, todos juntos, alcanzar la categoría que nunca se debió perder.
Seguidamente, todos los artífices del ascenso firmaron en el libro de Honores y Distinciones de la Ciudad de Orihuela, como también hicieran cuando ganaron la Liga hace unas semanas.
El acto institucional también se abrió a la afición oriolana que esperaba impaciente en la calle ver a su equipo asomarse al balcón principal del Ayuntamiento. Cuando se abrieron las puertas de ese balcón, la ovación fue tremenda. En esos instantes, tanto el alcalde como el presidente del club, el entrenador y representantes de la plantilla, se dirigieron a los seguidores para dedicarles el ascenso a la Segunda División B.
