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El descenso caza al Alcoyano

El Celta B soporta estoicamente el dominio abrumador del Deportivo y da el zarpazo definitivo en el tiempo de prolongación

El Alcoyano jugará la próxima temporada en Tercera División por méritos propios. La eliminación del play-out a manos del Celta B, se impuso en los dos encuentros con un gol del nigeriano Apeh, no ha sido más que el reflejo de una temporada mal planificada desde el inicio y que no ha encontrado rumbo pese al baile de entrenadores: Vicente Mir, Mario Fuentes y Mario Barrera. El tren de la permanencia pasó de largo por el El Collao hace dos semanas, en el último duelo del la competición regular contra el descendido Conquense. El empate visitante a falta de un minuto condenó a prolongar la agonía dos semanas en las que el equipo no ha sabido o no ha podido contrarrestar las armas de un filial que por momentos ha demostrado la veteranía y experiencia de la que careció el Deportivo en el cierre de la Liga regular.

Barrera optó ayer por un planteamiento basado, por un lado, en controlar al hombre más peligroso del Celta B, el goleador Ibán Salvador, a quien vigiló estrechamente Franck Omgba. Con todo, el ecuatoguineano trajo en jaque a la defensa con continuas provocaciones propias de una eliminatoria a vida o muerte. La parcela ofensiva cobró más protagonismo si cabe por la necesidad de marcar al menos un gol para forzar la prórroga.

Hermosa y Hernán Lino fueron auténticos puñales por la banda izquierda y derecha respectivamente, mientras que Antonio Pino fue finalmente el escogido para acompañar en la punta del ataque al voluntarioso Rubio. El resto del equipo mantuvo la estructura habitual desde la llegada al banquillo del hispano-argentino. El arranque del Deportivo fue el esperado, dispuesto a igualar la eliminatoria a base de intensidad, rápida circulación del balón y protagonismo a las bandas. El filial, por su parte, ordenó perfectamente la defensa cerrando en la medida de lo posible las líneas de pase y desahogando con pelotazos dirigidos a Ibán Salvador.

El Deportivo avisó primero con un tiro raso de Rubio atajado en dos tiempos por Iván Villar. Víctor Pastrana, una auténtica pesadilla en el encuentro de ida, lo intentó también desde fuera, pero el balón acabó en las manos de Miguel Bañuz. El filial reclamó penalti de Navarro sobre Sergio Bermejo. Los dos jugadores llegaron forcejeando a la línea de fondo y el visitante acabó por los suelos. El colegiado dejó seguir. El mediocentro Álex Serrano ejecutó una falta directa junto al poste. El primer acto entró en la recta final con dos clara ocasiones. Hernán Lino condujo un contragolpe que resolvió con un disparo seco al cuerpo de Iván Villar. Acto seguido el omnipresente Ibán Salvador se plantó en la frontal del área ante Bañuz que tocó lo justo con la pierna izquierda para desviar la trayectoria a saque de esquina. Aún hubo tiempo para un remate de cabeza de Rubio que tampoco encontró el camino de los tres palos. El empate se mantuvo al descanso y con el creció la incertidumbre en las pobladas gradas de El Collao.

Sentencia

El patrón de juego no varió en la reanudación, aunque el Celta B generó los primeros problemas. El balón apareció sin dueño por el área de Bañuz y, por suerte, ni Apeh ni Ibán Salvador atinaron a controlarlo. La réplica del Deportivo se fraguó en una falta directa en la frontal del área. Con todo, la estrategia no funcionó puesto que estuvo mal ejecutada entre De Lerma y Hermosa. El lateral Carlos Barreda remató en plancha junto al poste. El oscense, aún con más de media hora por delante, agitó los brazos para levantar el ánimo de la afición que de inmediato se contagió. El ansía por marcar del Deportivo era tal que otro córner mal ejecutado sirvió al Celta B para armar un contragolpe que a punto estuvo de terminar en gol. Braulio Nóbrega entró por Pino, ninguno de los dos aportó gran cosa, mientras que Óscar Díaz relevó a Michael Anaba. El madrileño sí se erigió en revulsivo. Soltó un zapatazo desde fuera del área que Iván Villar sacó de la misma escuadra cuando ya se cantaba el gol. Idéntico desenlace tuvo otro potente disparo de Óscar Díaz al filo del tiempo reglamentario. Barrera, expulsado previamente, ordenó desde fuera del campo reforzar el ataque con el central Tomás Ruso. El filial se dedicó a romper el ritmo de su rival, pero sin perder de vista el marco de Bañuz. Víctor Pastrana estrelló el balón en la cruceta y ya en el tiempo de prolongación Sergio Bermejo fabricó una gran acción individual que concluyó con el pase de la muerte a Apeh que empujó el esférico al fondo de la red certificando la permanencia del filial y condenando al Deportivo al retorno a Tercera División tres lustros después.

El pitido final dio paso a las lágrimas de la mayoría de futbolistas del Alcoyano que se derrumbaron sobre el rectángulo de juego rodeados por la alegría de los jugadores del Celta B. Era el partido de despedida para la gran mayoría con un desenlace nefasto. Cabe destacar la mala racha del delantero Rubio que ayer acumuló el cuarto descenso de manera consecutiva. Venía de perder la categoría con L'Hospitalet, Elche Ilicitano y Deportivo Aragón. A nivel institucional, dejar la Segunda B supone un serio revés en lo deportivo, pero principalmente en lo económico. La temporada finaliza con un déficit superior a 200.000 euros.

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