Su trayectoria es de las grandes del deporte español: 13 veces campeón de la Copa de España, 13 veces campeón de España, medalla de bronce en el Europeo, campeón norteamericano y sudamericano, medalla de plata en los Juegos del Mediterráneo, tres veces campeón de la Copa del Mundo, cinco veces nº 1 del ranking mundial y 10 veces campeón del mundo. Si a esto le agregamos sus cuatro participaciones consecutivas en los Juegos Olímpicos, hay poco más que decir. Iván Pastor pasa unos días de descanso en la villa marinera. Sus más de tres décadas en la élite le han hecho ver la importancia de regresar al ámbito familiar para recargar pilas, en el año previo a su gran ilusión, los Juegos de Tokio 2020.
¿Cómo evalúa su participación en los cuatro Juegos en los que ha participado?
Atenas 2004 fue la realización del sueño de un chaval con 14 años, un antes y un después en mi carrera. En Pekín 2008 quería algo grande pero no estaba preparado y me superaron los nervios. En Londres 2012 sabía que era difícil por los cambios de vientos, aunque tenía posibilidades con poco viento, pero me descentré y terminé en décimo sexta posición y a Río de Janeiro 2016 llegué con mucha experiencia, disfruté muchísimo, terminé muy bien y perdí el diploma olímpico por un solo punto.
De todos los lugares del mundo donde ha competido ¿cuál elige?
El Princesa Sofía de Palma de Mallorca fue mi primera regata internacional en clase olímpica cuando tenía 15 años y corría el año 1995 y junto a la Rolex Miami de Florida, son mis favoritas del circuito. Recuerdo con mucho cariño el Mundial de Windsurfind de Santa Pola en el año 2009, una fiesta de nuestro deporte que aún recordamos con los que participaron y la Medemblik de Holanda que la semana pasada hice por primera vez podio, además de participar en varias ocasiones.
¿Quiénes conforman su equipo técnico?
Desde hace unos meses estoy a las órdenes de Elliot Corney, ex regatista inglés y uno de los mejores entrenadores del mundo. Hacemos concentraciones y diagramamos sistemas y rutinas de entrenamientos. La parcela física está a cargo de Jordi García, licenciado en Educación Física santapolero con el que estoy desde el año 2013. Jordi me motivó enormemente al inicio de su tarea y poco a poco se fue convirtiendo en una pieza clave en mis temporadas competitivas.
¿Cómo marcha el proyecto del Centro de Entrenamiento Iván Pastor?
En el año 2013 organicé una concentración internacional en Santa Pola con regatistas daneses, suecos, ingleses, holandeses, etc. Esa idea tuvo continuidad en años posteriores y pensé que podíamos hacer un Centro de Entrenamiento en nuestra ciudad. La idea fue del agrado del presidente Pascual Orts y su junta directiva y le fuimos dando forma al proyecto. Necesitamos una nave completamente equipada para las necesidades de los equipos y ya tenemos un lugar elegido dentro de las instalaciones del Club Náutico. Santa Pola tiene un potencial turístico increíble, es un verdadero paraíso y con la presencia de estos equipos se beneficia el club, el comercio en general y se ayuda a la desestacionalización del turismo fuera de la temporada de verano.
¿Qué significa Tokio 2020 para usted?
Sobre todo ilusión por sumar mi quinta presencia interrumpida en los Juegos Olímpicos, pero falta mucho y debo pasar muchos filtros. En agosto compito en Hiroshima, en la misma pista donde se desarrollarán los Juegos y a fines de septiembre en el Campeonato del Mundo en Italia, en el Lago Garda. Y en el 2020 tomaré parte en tres regatas donde la Federación aplicará el Sistema de Observación para elegir los representantes olímpicos. Será en Miami, Cádiz y Palma de Mallorca. Los técnicos de la Federación Española tendrán mucho trabajo y por supuesto la decisión final de quien irá a Tokio.
