Las comparecencias de los seis detenidos por presuntos amaños en partidos de Primera y Segunda División del fútbol español se han saldado con la puesta en libertad, con distintos cargos por diversos delitos de corrupción, blanqueo, estafa y organización criminal y el pago de fianzas que van de los 50.000 a 100.000 euros.

El fiscal solo ha pedido prisión provisional eludible con fianza de 100.000 euros para los dos últimos comparecientes, los exjugadores Raúl Bravo y Carlos Aranda, a quienes los investigadores de la Unidad de Delitos Económicos y Violentos (UDEV) considera los cabecillas de la supuesta organización criminal.

Ambos investigados se han negado a declarar ante el titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Huesca, que investiga los hechos, Ángel de Pedro, al considerar que la situación de secreto de sumario que pesa sobre la causa perjudicaba su derecho a una defensa efectiva.

A lo largo de la mañana y de la tarde ha salido en libertad con cargos por corrupción y cooperación en estafa el presidente de la Sociedad Deportiva Huesca, Agustín Lasaosa, con el compromiso de pago de una fianza de 50.000 euros, retirada del pasaporte y obligatoriedad de presentarse en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.

Previamente, ha sido puesto en libertad con cargos por un presunto delito de corrupción el jefe de los servicios médicos del club, Juan Carlos Galindo, con la obligación también de presentarse cada quince días en el juzgado mientras dure la instrucción del caso. Tanto el letrado del presidente del club, José María Fuster, como el del jefe médico, Bernardo del Rosal, han confirmado los cargos imputados a sus respectivos clientes, quienes, según han afirmado los abogados, han defendido su inocencia así como no haber recibido beneficios por apuestas en partidos amañados.

El primero de los jugadores en declarar ha sido el ex del Valladolid Borja Férnandez, quien ha salido una hora después en libertad con cargos por presunta corrupción y cooperación en estafa, tras el compromiso de pago de una fianza de 50.000 euros.

Su letrado, Joan Castelló, ha explicado que su cliente se ha mostrado «sereno y entero» a lo largo de todo el interrogatorio para defender su no implicación en la presunta trama criminal.

Más tarde ha declarado el jugador de la Sociedad Deportiva La Coruña Íñigo López, quien ha sido puesto en libertad con cargos por corrupción y cooperación en estafa y organización criminal, con una fianza de 75.000 euros y las mismas medidas cautelares que los anteriores investigados.

Su abogado, Juan Pablo Lerena, ha explicado que su cliente se había mostrado «sereno», aunque cansado tras permanecer detenido desde la mañana del martes pasado en distintos calabozos.

Este letrado se ha referido a la existencia, según los investigadores de la UDEV, de tres niveles de implicación en los hechos denunciados, desde el menor grado de presunta participación de Lasaosa, Galindo y Borja Fernández, al medio de su cliente, y al mayor de Raúl Bravo y Carlos Aranda, los supuestos cabecillas.

Ha explicado que los jugadores del equipo oscense pudieron salir «relajados» al partido que motivó la denuncia, el Huesca-Nástic de 2018, pero ha advertido de que en esos momentos el club local estaba ya ascendido, el visitante corría el riesgo de bajar y su cliente, que en esos momentos jugaba con el equipo local, ni siquiera estuvo convocado.

Tras la negativa de los dos presuntos cabecillas a declarar, el fiscal jefe de Huesca, Juan Baratech, ha comparecido ante los medios para confirmar los presuntos delitos imputados y las medidas cautelares solicitadas, aunque sin precisar los nombres y los delitos imputados a cada uno de ellos.

La Fiscalía cree que el Huesca es un perjudicado más

La Fiscalía de Huesca considera, a tenor de las investigaciones practicadas en torno a la presunta red de amaños de partidos de fútbol de Primera y Segunda División, que el Huesca podría ser un perjudicado más de esta organización criminal en lugar de tener responsabilidad penal. Baratech ha admitido que el club estaba investigado en este momento procesal por una supuesta responsabilidad penal como persona jurídica, pero ha precisado que esta situación podría no mantenerse «porque de lo que hemos visto hasta hora, sin perjuicio de posteriores decisiones, el Huesca podría ser un perjudicado más». Ha añadido, además, que la posición procesal del equipo oscense podría ser más la de una acusación particular.