El fútbol español sufrió ayer otro sobresalto en forma de operación policial con la detención de futbolistas en activo y retirados en distintas ciudades por su presunta implicación en un nuevo caso de amaños y con el partido Huesca-Nàstic de la temporada pasada en el centro de la diana.

Una denuncia de LaLiga presentada en mayo de 2018, dos días después de la disputa de ese encuentro (0-1), fue el detonante de la denominada Operación Oikos, que se salda de momento con 10 detencines, además de registros en varias instalaciones, como la realizada en la sede del Huesca desde primera hora de la mañana.

Según las pesquisas, la trama seleccionaba los encuentros, captaba a futbolistas y les pagaba en metálico por adelantado para que se dejaran ganar. De este modo, podían hacer apuestas combinadas -resultado final y resultado de la primera parte; resultado final y número de córners, por ejemplo- y se aseguraban las ganancias en las apuestas.

Fuentes próximas a la investigación indicaron a Efe que la misma incluye aquel partido jugado el 27 de mayo de 2018 en Huesca como sospechoso, junto al Valladolid-Valencia (0-2) disputado el pasado día 18 y al menos otro más de Tercera División entre equipos que no concretaron.

La referencia al Valladolid-Valencia, en el que el conjunto valenciano aseguró el cuarto puesto final de la Liga y su participación en la próxima Liga de Campeones, ha causado la reacción de ambos clubes. El Valencia se declaró «ajeno» a «supuestos amaños de partidos» y anunció medidas legales contra los que difundan «cualquier rumor o noticia infundada» que vincule al club con esos asuntos.

El Real Valladolid manifestó su total colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para luchar contra la corrupción en el fútbol, pero advirtió que combatirá legalmente «cualquier tipo de información que pueda llegar a menoscabar la imagen pública» del club.

Entre los detenidos, según las fuentes, figuran jugadores retirados como Raúl Bravo, Carlos Aranda y Borja Fernández, los tres compañeros en el filial del Real Madrid a principios de la década del 2000 y luego futbolistas de clubes, en el caso del primero, como Olympiacos (GRE), Numancia o Rayo Vallecano. También fue internacional.

Numancia, Villarreal, Albacete, Sevilla, Murcia, Granada, Levante, Zaragoza o Las Palmas son equipo en los que militó Carlos Aranda, mientras Borja Fernández cerró su carrera hace días en Valladolid, tras asegurar la permanencia en Primera y haber militado previamente en otros como Mallorca, Valladolid, Getafe, Deportivo, Atlético Calcuta, Eibar o Almería.

Otro de los jugadores detenidos por este caso, el deportivista Íñigo López, pertenecía al Huesca cuando se jugó el partido que originó la operación, entre el conjunto aragonés y el Nástic, aunque no participó en el mismo.

La intervención policial también condujo a la detención de Agustín Lasaosa, presidente de la Sociedad Deportiva Huesca desde 2017 y del jefe de los servicios médicos de la entidad, Juan Carlos Galindo.

LaLiga elogió «la extraordinaria labor» de la Policía Nacional para la desarticulación de un grupo organizado que obtenía beneficios económicos con la predeterminación de partidos en España, y destacó la «eficacia» de los sistemas de protección de integridad que implantó hace cinco temporadas.

La patronal recordó que durante la presente temporada (2018-19) ha presentado nueve denuncias ante la Policía Judicial por presuntos hechos relacionados con apuestas ilegales en el fútbol no profesional español y que ha remitido alarmas a la Dirección General de Ordenación del Juego sobre 18 partidos de fútbol no profesional.

Cantidades anormalmente altas

El presunto amaño del Huesca-Nàstic destapado por la Policía llegó a disparar las apuestas, hasta el punto de que el volumen de dinero por ellas llegó a ser hasta 14 veces más elevado al normal para esa categoría. La manipulación de los encuentros se realizaba en varias fases: en la primera se seleccionaban los partidos, bien del inicio de la liga o de su final. Asimismo, llevaban a cabo un proceso de captación, con una primera aproximación de «tanteo» a algún miembro de la plantilla, preferiblemente a uno de los capitanes.

Una vez aceptado el amaño, el pago a los jugadores implicados se producía siempre en metálico y en dos fases: una previa al encuentro y otra una vez producido el resultado pactado. Los responsables de la organización anticipaban el dinero del primer pago a los jugadores y a las apuestas.

Lasaosa jugó en el Elche (85-87) y fue secretario técnico del Hércules

El presidente del Huesca, Agustín Lasaosa, detenido ayer en la macrooperación policial «Oikos» contra el presunto amaño de partidos y las apuestas ilegales, jugó dos temporadas como delantero en el Elche (1985-87) y fue secretario técnico del Hércules en la campaña 1993-94. Lasaosa, de 60 años y nacido en Huesca, disputó 51 partidos en Segunda División A con la elástica franjiverde. En su primera temporada no vio puerta y en la segunda marcó dos goles. No dejó un gran recuerdo en la entidad ilicitana. Seis años después de su paso por el Martínez Valero, y tras retirarse como jugador en el Lleida, volvió a la provincia de Alicante para convertirse en secretario técnico del Hércules, también en la división de plata, cuando lo presidía Aniceto Benito. Este presunto nuevo caso de corrupción en el fútbol en relación con los amaños y las apuestas deportivas se conoce dos años después del escándalo generado por el «caso Eldense», en febrero de 2017, cuando la Policía detuvo a cinco dirigentes, técnicos y futbolistas del equipo alicantino por el presunto arreglo de su partido de Segunda B en el Mini Estadi ante el filial del Barcelona, que acabó con un escandaloso 12-0 a favor de los azulgranas. El supuesto amaño de este partido fue denunciado por uno de los jugadores del Eldense, Chekh Saad, que se negó a participar en la concertación del resultado.