El HLA Alicante llevaba apenas medio minuto en LEB Oro. En pleno éxtasis por el ascenso, con el parqué repleto de aficionados y bajo cánticos ensordecedores, el presidente Toni Gallego no perdió un ápice de su saber estar. «Se lo dedico a Paco Pastor, él sacó al Lucentum del Miguel Hernández y lo llevó a ACB, nosotros lo hemos rescatado y esperamos volver a hacerlo», expresó en memoria del alma máter del club, fallecido en 2013. «No tengo palabras para expresar este momento, quiero que todo el mundo lo disfrute, el año que viene habrá más y queremos disfrutar», sentenció Gallego.

Todavía sobre la pista, pero bañado en agua, el director deportivo del club, Guillermo Rejón, celebraba el éxito y miraba ya al futuro. «El ascenso era muy necesario para nosotros, ahora la ciudad de Alicante también tiene que querer», deslizó en un claro llamamiento a las instituciones y empresas de cara al nuevo proyecto. «Hemos merecido el ascenso durante mucho tiempo y lo hemos cerrado de manera brillante. Hemos perdido un partido de los últimos 22, con eso está todo dicho», culminó el exjugador.

El técnico Pedro Rivero se congratuló de que la temporada llegara a su fin en Alicante: «Esto es espectacular, subir en casa es especial, les doy las gracias a los jugadores por haberme aguantado todo este año». El capitán Quique Garrido, agasajado por familiares, se acordó de la afición y del trabajo de toda la temporada: «Esto sabe a esfuerzo, la gente de Alicante nos ha llevado en volandas, esto hay que vivirlo desde dentro para entenderlo. Va a ser una noche larga, ya os contaré cómo acaba».

Nacho Díaz, aliviado

El alero del HLA Nacho Díaz, que vivió la desgracia del pasado año ante el Canoe, respiró aliviado: «Es una liberación tremenda, el básket nos debía muchas por lo de la temporada pasada y nos lo ha devuelto con creces, vamos a disfrutar ahora porque es muy difícil conseguir algo de esta manera».

El Lucentum vuelve a pedir paso. Y Alicante tiene ganas de acompañarle.