Rubén Plaza Molina (Ibi, 29 de febrero de 1980) suma ya 39 años y vivirá a partir del sábado en Bolonia su cuarto Giro de Italia: 2016 (puesto 56), 2017 (30) y 2018 (42). Sopló las velas dos meses antes que Alejandro Valverde, a quien gana también en número de temporadas en activo. Esta es su décimonovena en profesionales, tras debutar en Ibanesto en 2001. Ha compartido equipo con el campeón del mundo en varias fases de su carrera: Kelme-Comunidad Valenciana (2004), Caisse d'Epargne (2007 y 2010) y Movistar Team (2011-2014). Ambos enarbolan la bandera de una generación que toca a su fin, aunque tiene claro que el ciclismo español viene empujando fuerte y los nuevos valores van a llegar lejos. "¿Si tenemos un relevo? Esa pregunta nos la llevamos haciendo desde que se retiró Induráin y siempre lo ha habido. No tengo duda de que lo hay y siempre lo habrá. España es un país tradicionalmente ciclista y confío en que siempre va a haber corredores de nivel que sigan ganando carreras y destacando en el pelotón internacional".

El murciano no estará en la prueba italiana por una lesión de última hora, mientras que el ibense llega ilusionado a la carrera dispuesto a cerrar el círculo de victorias de etapas en las tres grandes. En la última edición luchó por un triunfo, quedándose a las puertas ante el alemán Max Schahmann. Aparecen en su rico palmarés dos etapas de la Vuelta a España, ediciones de 2005 y 2015, y una en el Tour, en el de 2015. La edad sólo aparece en su DNI ya que como ciclista llega a la denominada Corsa Rosa "muy bien" y con la ilusión de un juvenil. Sus últimas pruebas han sido el Gran Premio Indurain, en el que estuvo con los mejores, y la Vuelta a Castilla y León, que ganó su compañero de equipo Davide Cimolai y en la que fue una pieza fundamental para que el Israel Cycling Academy se llevara el amarillo. "La temporada ha ido tal y como la planificamos, sin problemas y sin contratiempos. Después de un par de concentraciones en altitud espero llegar en mi mejor momento", afirma Plaza antes de partir hacia Bolonia, ciudad en la que arranca el Giro de Italia el sábado 11 de mayo con una contrarreloj individual. "Mi objetivo, al igual que el año pasado, es intentar ganar una etapa. El del grupo es el mismo, pelear por etapas e incluso intentar hacer una buena general con algún corredor como Kris Neilands". Durante la primera semana de la carrera tratará de sobrevivir y, a buen seguro, en la segunda, cuando las fuerzas estén más justas en el pelotón, buscará poner su firma en una jornada de la prueba que terminará en Verona el 2 de junio. Tres semanas para cumplir un sueño y dar una alegría a su equipo.

Con 39 años el final parece cercano, pero en estos momentos ni se lo piensa. "Todo dependerá de cómo me salga el Giro, de mis sensaciones y de los resultados, pero obviamente sí, mi retirada está cerca". En su cabeza sólo cabe la ilusión de que puede ganar una etapa y aunque reconoce que "es complicado mantener todo el año la tensión. La clave es marcarse retos que sean asequibles y tratar de conseguirlos con trabajo. No es tarea fácil después de casi 20 años pero por fortuna sigo encontrando retos que me motivan y el ciclismo en si me sigue gustando suficiente como para entrenar cada día y asumir los sacrificios que supone ser deportista profesional". Todo un ejemplo de trabajo y constancia de un corredor con mucha clase.

Catorce españoles

Un total de 176 ciclistas repartidos entre 22 equipos, con ocho corredores cada uno, formarán el pelotón del Giro de Italia 2019. De todos estos, 14 serán españoles. Junto a Rubén Plaza (Israel Cycling Academy), único alicantino, figuran Mikel Landa (Movistar Team), Ion Izagirre (Astana), Pello Bilbao (Astana), Mikel Nieve (Mitchelton Scott), Juanjo Lobato (Nippo Vini), Markel Irizar (Trek Segafredo), Héctor Carretero (Movistar Team), Antonio Pedrero (Movistar Team), José Joaquín Rojas (Movistar Team), Lluís Mas (Movistar Team), Dani Navarro (Katusha), Fran Ventoso (CCC Team) y Víctor de la Parte (CCC Team).