Mikel Landa (Movistar) afronta "con ganas" el Giro de Italia cuya 102ª edición que comienza el sábado en Bolonia con una crono de 8 kilómetros, la primera piedra de toque entre los favoritos, entre los que destaca al esloveno Primoz Roglic y el holandés Tom Dumoulin, aunque espera estar entre ellos en la última y decisiva semana, que "será muy dura".

Landa, de 29 años, partirá con el dorsal número 1 que le hubiera correspondido a su compañero y campeón mundial Alejandro Valverde, un hecho que le hace ilusión y que espera "que de suerte".

Una vez recuperado de las molestias ocasionadas en una uña del dedo meñique de un pie, Landa dijo en la sede de la cadena Eurosport, que será la encargada de la retransmisión de la carrera en España con Alberto Contador entre los comentaristas, que acude al Giro, la carrera que le vio explotar como ciclista en 2015, con "ganas de volver".

Landa lamentó la falta de Valverde, "por su calidad y experiencia", pero confía en sus fuerzas una vez superados meses duros. Tras la Coppi e Bartali y Vuelta al País Vasco hizo una concentración en altura en Andorra para aclimatarse a las etapas de alta montaña en el Giro. Luego en Lieja y Asturias el alavés tuvo buenas sensaciones.

El líder del Movistar tratará de superar el tercer puesto de 2015, edición que le supuso el inicio de una explosión como corredor que debe ratificar este año. Objetivo ambicioso ante rivales de postín.

"Aparte de Roglic y Dumoulin, yo destacaría a Simon Yates, quien estuvo muy cerca de ganar el año pasado y se llevó la Vuelta a España. Es un corredor valiente y con una grande ya en su palmarés, va a ser un duro rival. Nibali tiene mucha experiencia y nunca se le puede descartar".

Landa vaticina que será un Giro "con la primera semana con algún percance y con las cronos decisivas para marcar diferencias. La segunda semana puede salir otro favorito y la tercera un escalador podría volcar la carrera de manera definitiva".

"Las cronos marcarán la diferencia. En invierno trabajé más esta modalidad y la fractura de clavícula me cortó. Espero no perder mucho tiempo e incluso ganar respecto a algún rival".

Para ganar el Giro, Landa espera "que haya salud y estar al final con poco tiempo perdido y luchando en la general. "Si se puede voy a intentarlo al final. La última semana es muy dura".

El Giro no será el único objetivo de Mikel Landa en 2019, ya que en su agenda también figura el Tour de Francia, donde espera llevar también en condiciones de disputar el podio.

"Voy a afrontar Giro y Tour de igual manera. Llevo desde agosto sin 'machacarme' y creo que tengo la fuerza para hacer las dos al 100 por ciento. Pienso en el Giro, porque está más cerca, pero cuando terminemos pensaré en recuperar y volver a llegar al Tour a tope. Creo que es posible".