El español Fernando Alonso se exhibió este jueves bajo la lluvia durante la segunda sesión de la jornada de entrenamientos libres para las Seis Horas de Spa-Francorchamps, la penúltima prueba del Mundial de Resistencia (WEC), que lidera con el Toyota TS050 Hybrid.

Alonso, que tras ganar junto al suizo Sebastien Buemi y el nipón Kazuki Nakajima las 1.000 Millas de Sebring (Florida, EEUU), en marzo, amplió su liderato en el WEC a 15 puntos sobre el otro Toyota, el del argentino José María 'Pechito' López, el nipón Kamui Kobayashi y el inglés Mike Conway; volvió a demostrar su innegable talento en situaciones adversas, en el circuito en el que hace justo un año logró su primer triunfo en este campeonato.

El doble campeón mundial de F1 (2005 y 2006, con Renault) cubrió con el coche número 8 los 7.004 metros de la mítica pista belga en dos minutos, 19 segundos y 483 milésimas; 'colocándole' un segundo y 382 milésimas al otro Toyota, el 7, para el que firmó su mejor vuelta Conway.

Con anterioridad, en el entrenamiento matinal, los dos coches de la escudería rusa SMP habían sorprendido a los dominantes Toyota, que han firmado 'dobletes' en todas las carreras del campeonato, salvo en las Seis Horas de Silverstone (Inglaterra) -donde fueron descalificados por irregularidades en el fondo plano-; y que, salvo hecatombe, festejarán el título de constructores este mismo sábado.

El ruso Sergey Sirotkin -que comparte el coche número 17 con su compatriota Egor Orudzhev y el francés Stéphane Sarrazin- había sido el mejor de la primera sesión, al cubrir, en seco, la legendaria pista de las Ardenas en un minuto, 56 segundos y 264 milésimas; casi dos segundos menos que el otro SMP, con el que había sido el más rápido el belga Stoffel Vandoorne -compañero de Alonso los dos años pasados, en McLaren-, debutante esta semana en el campeonato.

Buemi había logrado el tercer crono para el coche de Alonso, a dos segundos y medio del tiempo de Sirotkin; y con 35 milésimas sobre el otro Toyota, el del argentino 'Pechito'.

Por la tarde, las aguas volvieron, nunca mejor dicho, a su cauce. Y Alonso se exhibió, bajo el diluvio, en la pista belga, en la que olas previsiones meteorológicas anuncian gran inestabilidad para los próximos días; en los que podría incluso nevar el sábado, jornada en la que se disputará la prueba.

Alonso, cuyo principal objetivo del año son las 500 Millas de Indianápolis (EEUU), donde un triunfo le haría acreedor a la 'Triple Corona' del automovilismo; que el miércoles anunció que no disputará la próxima campaña del WEC, explicó a Efe este jueves en Spa que no cree que la 'Super-temporada' 2018-19, en la que se repiten la prueba belga y las 24 Horas de Le Mans, a mitad de junio, se decida hasta el cierre, en la prestigiosa carrera francesa.

El genio astur, que le deseó una "pronta recuperación" a su compatriota el estelar portero Iker Casillas -capitán de la Selección Española de fútbol que ganó el Mundial de Suráfrica 2010 y las Eurocopas de 2008 (Austria y Suiza) y 2012 (Ucrania y Polonia)- y que comentó a Efe que no echa de menos la F1, en la que firmó los los dos Mundiales y los 32 triunfos que cuenta España a lo largo de toda su historia, re-confirmó que no vino a pasearse al WEC.

Alonso impuso su maestría este jueves en una sesión que se vio interrumpida dos veces con bandera roja, la segunda de ellas a causa del accidente, en la bastante inundada zona de Blanchimont, del francés Stéphane Sarrazin, por fortuna sin mayores consecuencias personales; pero cuyo SMP hubo de ser retirado de la pista.

Los ensayos se completarán este viernes, horas antes de la calificación que ordenará la parrilla de salida de la carrera del sábado, cuya disputa algunos cuestionan si las condiciones meteorológicas son, como es de prever, realmente adversas.

Alonso -que también brilló en la cronometrada principal de Sebring, al firmar la vuelta más rápida de toda la historia del circuito en el que se disputó en 1952 la primera carrera de resistencia en Estados Unidos- y sus compañeros buscarán una 'pole' fundamental, por lo anteriormente reseñado, en Spa. Para intentar dejar casi resuelto el Mundial de Resistencia.