Pocas personas pueden hablar con más autoridad sobre los ascensos del Lucentum que su actual director deportivo, Guillermo Rejón, quien como jugador subió tres veces a la ACB con el conjunto alicantino -en 2013, 2009 y 2000- y una más con Ourense en 2015. En las dos últimas coincidió en la pista con el actual entrenador del HLA Alicante, Pedro Rivero.
De cara al primer «match-ball» por el ascenso a LEB Oro este sábado (20.00) en casa ante el Navarra, Rejón (Madrid, 1-X-1976) rememora sus tres ascensos en la cancha -«Yo aún me siento jugador», destaca con una nostalgia alegre- y considera clave que el equipo mantenga su rutina de trabajo y solo piense en sí mismo y en ganar, sin distraerse con lo que pueda hacer el rival directo Villarrobledo. En esta hora crucial, destaca la influencia de Rivero en el grupo y la buena química entre los jugadores, a los que aconseja, sobre todo, que disfruten «porque uno se hace profesional para jugar estos partidos».
La hora de la verdad
Las claves de mantener la normalidad y no pensar en lo que pueda hacer Villarrobledo
«Esto de semana y momento crucial y especial está muy bien para los medios, la gente que quiere informarse y de la cancha hacia afuera, pero nosotros debemos mantener la normalidad de todas las semanas hasta ahora», reflexiona Rejón a tres días de la primera «final» por el ascenso. «Sí es cierto que con un punto más de responsabilidad y compromiso en el trabajo de cada uno, porque son partidos importantes».
Pero el director deportivo mantiene la fe en la constancia de los hombres de Rivero. «El equipo ha demostrado una solvencia grande y que su trabajo diario ha sido muy bueno, al punto de que de los últimos 21 partidos solo hemos perdido uno. Llegamos en un momento óptimo de ausencia de lesiones, con todo el mundo responsabilizado y muchas ganas de que lleguen los partidos porque estas semanas se hacen mucho más largas».
«Y también es importante», añade, «no mirar a nadie que no seamos nosotros», dice en alusión al Villarrobledo, rival directo en el ascenso por la vía rápida, que este sábado recibe en casa al peligroso Juaristi. «Da igual lo que hagan los demás. Nosotros tenemos dos partidos que si los ganamos seremos campeones de Liga. Y ése es nuestro primer objetivo; si luego nos regalan algo extra, perfecto. Y si no lo conseguimos en estos dos partidos, tendremos otra oportunidad en el play-off».
El secreto del éxito
Poner el talento individual al servicio del equipo para subir y la importancia de Pedro Rivero
«El club lleva una trayectoria muy buena, haciendo las cosas bien, año tras año, con un crecimiento sostenible y ha incorporado piezas en la cancha y el equipo de trabajo con mucho sentido. Todo el que viene sabe dónde está, conoce el compromiso y se pone la camiseta de trabajar», destaca el madrileño en su segunda temporada en la dirección deportiva. «Este equipo está confeccionado para que todos los que vienen sepan qué se necesita de ellos. Todos los jugadores que han llegado conocían esta premisa y han apostado por venir. Su principal objetivo era ascender con el equipo y poner su talento al servicio del colectivo».
«Y la figura del entrenador está más que demostrado que ha sido fundamental», concede a su excompañero en la cancha. «Pedro [Rivero] ha convencido a todo el mundo de que esto tiene que ser así. Y la buena química del grupo es achacable a los que siguen del año pasado y a todos los que se han incorporado. Hay que verles las caras cuando se juega un partido: no ves que haya presión, sino responsabilidad y que disfrutan de su trabajo».
«Maldición» del Canoe
El club y el equipo aprenden de las dos últimas eliminaciones
«Yo no lo pienso; no sé lo que cada uno tiene en su cabeza», apunta Rejón sobre la dolorosa derrota del año pasado ante el Canoe, de la que cree que el club puede sacar enseñanzas valiosas. «Eso es parte de la historia del Lucentum, de la que hay que aprender. Tampoco es un error. Tu trabajo te ha dado para llegar hasta ese momento. Este año el trabajo da para superar eso y se ha demostrado en las fases regular y de ascenso. Pero el club y el equipo tienen bagaje y ese aprendizaje. Hace dos años, perder el quinto partido de unos cuartos de final y el año pasado el quinto partido de la final. Esta temporada el formato es diferente y llegas a los dos últimos partidos con opciones de ascender».
Calendario final
El conjunto alicantino tiene la ventaja de depender de sí mismo
«Se pueden dar resultados para que el último partido del Villarrobledo en Navarra sea muy difícil», pronostica el director deportivo sobre el calendario de los dos aspirantes, un punto más exigente para el HLA. «Insistimos en que no debemos fijarnos en nadie. Villarrobledo está haciendo un excelente trabajo, pero si nosotros cumplimos el campeonato es nuestro. Cualquiera firmaría llegar a los dos últimos partidos con opciones de ganar el campeonato. Estamos donde y como queremos, con todo el mundo sano, ilusionado y trabajando al cien por cien. Si no hay contratiempo, espero que el premio recompense el trabajo de los chicos».
Historia «gloriosa»
Este Lucentum se parece al que subió en Fuenlabrada y Melilla
«Fueron ascensos muy diferentes», rememora Rejón. «El primero nadie se lo esperaba porque el equipo era de formación. Fue brillante ante un Lleida que sí estaba preparado para subir. Sentó unas bases para la gloriosa historia del Lucentum, que llegó a Europa. En el segundo, el equipo sí estaba diseñado para el ascenso y también se logró brillantemente en la «final four» de Fuenlabrada. Y el tercero, en el quinto partido en Andorra, con una plantilla convencida de un ascenso que, desgraciadamente no se pudo luego consumar. Este equipo se parece a los dos últimos, diseñados para el logro. Todos ponen el talento al servicio del grupo».
De jugador a jugador
Disfrutar de estos partidos, con los que sueñan los profesionales
«Les digo a los chicos que me dan mucha envidia. El 'chip' de jugador lo sigo teniendo y estos son los partidos por los que decides ser profesional y te gusta esto. Cuando te retiras recuerdas estas cosas, que has estado en finales. Y también son muy importantes los que no juegan porque también aportan para el ascenso. Hay que disfrutarlo muchísimo. Es el mejor trabajo del mundo y deben poner todos sus sentidos, compromiso y fuerzas. Lo han hecho todo el año y va a salir».
