¿Cómo podría fomentar la presencia de flora y fauna protegida en el campo de golf? Una de las estrategias más exitosas a la hora de fomentar la presencia de flora y fauna protegida en el campo es mantener diversas áreas alejadas de la zona de juego de la forma más natural (o naturalizada) posible y comunicada entre sí. Las especies animales y vegetales las colonizarán y asentarán ahí sus comunidades.

La protección permite que los animales lleven a cabo sus funciones vitales (anidar, criar, descansar, alimentarse, desplazarse, etc.) en condiciones positivas. Los animales suelen buscar su alimento en zonas protegidas como área de hierba alta, arboledas, bosques o pantanos, que también emplean como pasillos seguros para su desplazamiento. Tratar de reducir posibles alteraciones (ruidos, paso de maquinaria, trabajos continuos, etc.) en esas zonas es esencial para brindar la protección que la vida silvestre necesita. Sería muy positivo conocer de forma general los hábitos de vida, calendarios de migraciones, épocas de celo y cría de las principales especies del campo y tenerlas presentes a la hora de planificar las actividades del año. Designar estas zonas como «áreas sin mantenimiento» o «áreas de bajo mantenimiento» y realzarlas o extenderlas en donde fuera posible sería lo más indicado. Las zonas fuera de límites que actualmente se mantengan con césped podrían naturalizarse, convirtiendo estas áreas en valiosos hábitats naturales mediante la plantación de herbáceas locales, arbustos y/o árboles de la zona.