Máxima tensión para La Vila, que se jugará este domingo toda la temporada en el campo del Barcelona. Una derrota es sinónimo de descenso, mientras que una victoria le abriría las puertas a la permanencia en función de lo que hagan Gernika y Cisneros. Los vileros han llegado a esta situación tras la victoria del colista en su partido aplazado ante el Complutense Cisneros, lo que ha hecho que el último puesto, con plaza directa de descenso, pase a ocuparlo La Vila.
El equipo de Hernán Quirelli, «Falu», ha firmado una temporada con luces y sombras. Demasiada irregularidad en una competición de máxima exigencia en la que cualquier rival puede dar la sorpresa. Eso es precisamente lo que busca La Vila en el campo de un Barcelona que busca clasificarse para las series por el título. Si los vileros fueron capaces de plantar cara al líder durante la primera parte del partido del pasado domingo, la fe en la plantilla es máxima de cara al encuentro de este domingo (12.00). Cuanto menos La Vila espera eludir el descenso directo y jugársela en la promoción, pero dependerá de lo que hagan los rivales directos en la última jornada.
Las mínimas diferencias entre los tres equipos implicados permiten aún múltiples combinaciones, ya que a los cuatro puntos concedidos por la victoria pueden unirse los del bonus ofensivo y defensivo, por lo que se intuye una jornada de infarto.
Lo único seguro es que, a igualdad de resultados y de puntos, La Vila acabará descendiendo, dos años después, a la División de Honor y que casi todas sus opciones reales pasan por ganar en su visita al Barcelona.
Para evitar el descenso directo, los vileros necesitará una carambola ante el Barcelona, ya que precisa ganar y que no lo haga el Gernika o Cisneros. Los tres implicados en el descenso, La Vila, Gernika y Cisneros, juegan sus partidos a domicilio, si bien el conjunto vasco lo hará ante Alcobendas, un rival que ya ha logrado su objetivo, mientras alicantinos y madrileños lo hacen ante conjuntos que aspiran a entrar en la pelea por el título (Barcelona y Burgos). Los vileros llegan a esta última jornada de la Liga Heineken empatados a puntos a 35 puntos con el Gernika, pero tiene peor coeficiente particular al perder los dos partidos con el conjunto vasco, que visita al Alcobendas, tercero, y ya clasificado para los playoffs.
El Complutense Cisneros, el otro equipo implicado en el descenso, suma 37 puntos, a tres de La Vila, y su posible derrota unida a la victoria de La Vila es la combinación que le daría la permanencia al equipo de Quirelli, que no escaparía, sin embargo de la promoción de descenso, un mal menor y que todavía le dejaría con esperanzas de mantenerse en la máxima categoría.
También podría valerle una derrota pero sumando los bonus siempre que Gernika perdiera sin puntos extras defensivos y ofensivos, algo muy complicado.
La plantilla se encuentra mentalizada y consciente de que está en juego toda la temporada en un partido. El primer paso es ganar en la difícil pista del Barcelona y después esperar los resultados de sus rivales directos el domingo.
