El HLA vuelve a hilar fino. Los alicantinos, que llevan un 2019 sin mácula, demostraron ayer ante el correoso Zornotza que el traspié ante el Marín fue únicamente el borrón que cumple la norma del mejor escribano.

El conjunto de Pedro Rivero entró a la cancha serio, sin brillantez en el tiro, pero con la lección aprendida, consciente de que el partido iba a necesitar larga dosis de paciencia. No lo puso fácil un Zornotza trabajado y molesto, sustentado por la calidad del base liberiano Nimley, que fue el máximo anotador del choque con 22 puntos, y de la potencia de Kevin Richard.

La gran noche de Sidibe, en el anonimato durante meses por lesión, pronto encarriló un partido en el que el HLA se marcharía por delante al descanso tras cuatro sin hacerlo. Roto ese gafe reciente, los lucentinos cogieron vuelo y ahora trasladan la presión al Villarrobledo, su fiel escudero en la clasifiación que también cayó hace siete días y que hoy (19.30) recibe al Marín.

Tras un escueto 12-11 se inició un segundo cuarto en el que el HLA no terminó de despegarse en el electrónico. Un fallo grosero de Uta bajo el aro y dos tapones consecutivos de Sidibe y Nacho Díaz impulsaron a los de Rivero, que cerraron el segundo acto un punto por encima (34-33) de un Zornotza temible desde el perímetro. El conjunto vasco se marchó a vestuarios con siete triples y la amenaza vigente.

Sidibe, que ya había llegado al descanso con brillo, monitorizó la finalización de unos alicantinos que silenciaron a un Zornotza abrumado por la solvencia de un líder que cada vez lo es más. Los estadounidenses Pitts y Schmidt, grises en la derrota de la pasada semana ante el Marín gallego, recuperaron tino y empujaron a un HLA que quiere por fin liderar la tabla en solitario.

El tercer cuarto, largo y con demasiado parón, terminó por minar al Zornotza, que se marchó por vez primera diez puntos por debajo. Conde, que finalizó el encuentro con 15 puntos y 9 rebotes, encontró su sitio y sus puntos, autoritarios bajo el aro y entre un abanico de manos sin premio, pusieron tierra de por medio definitiva.

El Zornotza aún tuvo tiempo de entrar en el partido con un lanzamiento osado desde el perímetro, pero el tablero y la rápida intervención de Nacho Díaz desbarataron el órdago.

A falta de cinco partidos

Para culminar una gran noche personal Sidibe y Conde se encargaron de cerrar el encuentro, ante el paso adelante inútil del visitante Champagnie, solo en su propósito de amedrentar al HLA. Tres «gorros» seguidas de Sidibe levantaron a un pabellón que ya huele a oro. A falta de 10 segundos, y bajo un armisticio, el Pedro Ferrándiz amagó con el apagón y el electrónico agotó segundos mientras Garrido botaba el balón ya sin maldad ninguna.

El HLA tacha una fecha más del calendario y sigue líder a falta de cinco jornadas para el final. La próxima semana los de Rivero visitan al Estela cántabro, penúltimo en la tabla.