La cantera del Alcoyano pasa por ser una fuente inagotable de talentos, aunque con escaso protagonismo desde que el club optara por la senda de la profesionalización y por nutrir el plantel de jugadores foráneos. El retorno al banquillo de Mario Barrera, técnico acostumbrado a controlar y a trabajar con el fútbol base, ha supuesto una bocanada de aire fresco para las categorías inferiores. El caso más llamativo es el de Javier Montava, cadete de 16 años, al que ha cambiado la vida en apenas una semana. Entrena regularmente con el primer equipo, formó parte de la convocatoria contra el Lleida Esportiu y como colofón tiene serias opciones de debutar el próximo sábado contra el Hércules para cubrir el hueco en la medular originado por las bajas de Franck Omgba y Carlos de Lerma, sancionado y lesionado respectivamente.
«Ojalá llegue ese momento. Si el entrenador me da minutos le estaré agradecido como siempre y si no me los da seguiré trabajando como hasta ahora. Me da igual jugar en el Rico Pérez que en El Collao, voy a jugar como sé y a disfrutar del momento», explicó Montava que conforme avanzan las jornadas se encuentra más integrado en plantilla. «Estoy muy contento. Los primeros días sí que es cierto que estaba un poco nervioso, sobre todo con el balón, pero según pasa el tiempo tengo más confianza y me van saliendo más las cosas. Además, los compañeros me están ayudando. Todo perfecto».
El joven mantiene los pies pegados a la tierra asesorado por el referente de la figura paterna. Javier Montava Rico, de 43 años, posee una amplia trayectoria profesional iniciada en la cantera del Deportivo. Disfrutó de sus primeros minutos en Segunda B en 1993 dejando definitivamente la práctica del fútbol 18 años más tarde. El centrocampista defendió la camiseta del Hércules por espacio de dos temporadas (99-00 y 00-01) alcanzando la cifra de 81 partidos. Casualidades del destino, la carrera de su hijo podría comenzar en la que fue su casa. Montava, ahora metido a labores de entrenador, prefiere no establecer comparaciones.
«La verdad es que sinceramente no me acuerdo de cómo era yo como futbolista con 16 años. A Javi le estoy viendo en muchos partidos y por ejemplo un chico del Villarreal le dijo que era un pedazo de jugador y que con ellos disfrutaría. Esas cosas le hacen crecer. Dentro del equipo cadete le veo diferente al resto. Tiene personalidad, cuando tiene que arriesgar, pese a ser mediocentro. Tiene cosas diferentes a mí».
Montava ha elogiado la valentía de Mario Barrera de apostar decididamente por los jóvenes como su hijo o Pablo Morgado. «Vi la rueda de prensa posterior al último partido y la verdad es que me impresionó cuando explicó que no había debutado por unas molestias de Nieto. Es de agradecer que con la situación que tiene el club y como está el equipo ahora mismo que confíe con un nano de 16 años, no es nada fácil».
Casi sin presión
El exjugador del Hércules aventura un duelo en el Rico Pérez marcado por la necesidad. «Los dos equipos se juegan algo. Va a ser un partido complicado, especialmente para el Alcoyano porque llega con muchas bajas y una situación en la tabla delicada. También es cierto que la moral ha subido a raíz del último triunfo y que los jugadores saben que su Liga no está en Alicante. Cuando acabe ese partido donde realmente se va a jugar la permanencia es en El Collao y eso lo tiene claro todo el mundo. Con la garra que le vi el pasado domingo al Deportivo supongo que optará por esperar e intentar hacer daño en algún contragolpe. Lógicamente, quiero que gane el Deportivo porque soy de Alcoy y porque mi hijo está trabajando con ellos».
Sobre el equipo de Planagumà dijo que «viene de una buena racha y sabe que si quiere meterse en la promoción depende de no tropezar en un Rico Pérez que siempre exige mucho. Tiene una gran plantilla».
