El veterano tenista alicantino David Ferrer se convirtió ayer en el gran héroe de la jornada del torneo del Abierto de Miami, al vencer (2-6, 7-5 y 6-3), al alemán Alexander Zverev,tercera raqueta mundial y cabeza de serie número dos del torneo, y pasar a la tercera ronda, en la que se medirá contra el estadounidense Frances Tiafoe. El jugador de Xàbia reconoció al concluir el partido que el triunfo tenía un «valor especial» en el año de su adiós al tenis.

Ferrer, de 36 años, que llegó al Abierto de Miami con una invitación especial, reconoció que no sólo se sentía satisfecho por el triunfo sino por la manera como lo consiguió y la reacción que tuvieron los aficionados al darle el apoyo permanente.

«Significa mucho», destacó Ferrer. «Es un día especial porque es el último año de tenis profesional para mí. Ganar este tipo de partidos contra un jugador del Top 10 como Sascha es un regalo».

Ferrer, que superó la perdida del primer set, explicó que la clave del triunfo estuvo en la manera como planteó el partido, y que no fue otra que darlo todo en el campo y disfrutarlo al máximo.

«Estoy muy contento y tratando de disfrutar cada punto y cada momento», explicó Ferrer, que acabó el partido con 93 puntos ganados por 91 de su rival. «Nunca sentí la presión del marcador y sí me centré en el juego, especialmente en los tantos decisivos, que hicieron la diferencia".

Ferrer, que en tercera ronda tendrá a la joven promesa del tenis estadounidense Frances Tiafoe, de 21 años, y 34 del mundo, admitió que será un duelo interesante, en el primero que van a protagonizar como profesional.

«No quiero pensar en lo que pueda suceder el lunes, lo que sí quiero es disfrutar del momento, y estar listo para salir de nuevo a la pista e intentar dar lo mejor de mí», destacó Ferrer, quien reiteró que se encontraba en su último año como profesional.

De ahí que cada partido tendrá un significado, que en el caso del duelo ante Zverev, el séptimo como profesional (3-4), le dio una proyección «diferente».

El tenista alicantino, exnúmero 3 del mundo, admitió que el tener ya asimilado que éste será su último año como profesional no significa que no salga a la pista a competir al máximo.

«Mi motivación es jugar a un alto nivel y ser competitivo. Es mi objetivo», subrayó Ferrer, que fue finalista del torneo en la edición del 2013. «Ya no puedo jugar a mi mejor nivel, pero quiero tener buena energía y jugar lo mejor de lo que sea capaz en cada partido y eso fue lo que sucedió aquí, esta noche, algo que me hace inmensamente feliz».

El jugador de Xàbia, que ocupa actualmente el número 155 del ránking de la ATP, llegó con una invitación especial al Abierto de Miami.

Además, Ferrer se convierte en el tercer jugador español que logró pasar a la tercera ronda después que en la jornada del viernes también lo consiguieron Roberto Bautista Agut, vigésimo segundo cabeza de serie, y Albert Ramos-Vinolas.