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Cuatro heridos tras una pelea en un partido de cadetes de Elche y Alicante

La riña tumultuaria tuvo lugar el domingo en la Ciudad Deportiva ilicitana durante el choque de Segunda Regional entre el Elche Élite y el Atlético San Blas - El club alicantino ha expulsado a tres de sus jugadores, de 14 y 15 años, por las agresiones

Cuatro heridos tras una pelea en un partido de cadetes de Elche y Alicante

Una pelea multitudinaria entre jugadores cadetes, de 14 y 15 años, del Elche Élite CF y el Atlético San Blas de Alicante de Segunda Regional se saldó el pasado domingo en la Ciudad Deportiva ilicitana con cuatro heridos de consideración y tres futbolistas expulsados por el club de la capital por su participación en las agresiones. La insólita violencia de la tangana, cuyas imágenes comenzaron a circular ayer por las redes sociales, desató la unánime condena de los hechos por parte de los presidentes de las dos entidades y del estamento arbitral. «En mis treinta años como árbitro jamás había visto tanta agresividad entre chavales», admitió Antonio Andreu, delegado del Comité Territorial de Árbitros en Elche.

Los hechos ocurrieron a mediodía del domingo 17 durante la disputa de la 21ª jornada del grupo 4 de la Segunda Regional en categoría cadete, a la que el Atlético San Blas acudía con opciones de pelear por el liderato en la tabla. Corría el minuto 60 del partido con 1-0 a favor del Elche Élite cuando la riña tumultuaria se desató tras señalar el árbitro una falta a favor del equipo visitante.

A partir de ese instante comenzaron a empujarse jugadores de ambos equipos y el enfrentamiento desencadenó en puñetazos, patadas y agresiones por ambos bandos, aunque la peor parte se la llevaron cuatro jugadores del Elche Élite, que tuvieron que ser atendidos con una brecha en la cabeza, un labio partido, puntos en una ceja y una fuerte contusión en la mandíbula, según relataron Andreu y el presidente del club ilicitano, José Torres. «Llevo cincuenta años en el fútbol base y jamás había visto una barbaridad como ésta; no le encuentro explicación», indicó Torres.

Pero lo peor estaba aún por venir. En ese minuto 60, el árbitro decretó el final del partido con 1-0 tras expulsar a dos jugadores del San Blas por su participación en las agresiones y se retiró a su vestuario. No obstante, un buen número de jugadores de ambos equipos volvieron a enfrentarse a patadas, puñetazos y todo tipo de golpes, según relataron los presidentes de los dos clubes. «Allí se metió hasta el apuntador y fue muy desagradable entre chavales tan jóvenes, que se supone que juegan para disfrutar del fútbol», reconoció Isidoro Galindo, presidente del Atlético San Blas. «Menos mal que los padres de los jugadores que veían el partido intervinieron para separarlos y no les dio por involucrarse en la pelea», apostilló Torres.

A la espera de que se pronuncie el comité de competición de la Federación Valenciana, que castigará con severidad a los implicados, el club alicantino ya ha expulsado de la entidad de San Blas a los tres jugadores de su equipo que agredieron a los rivales del Elche Élite. «Tras los incidentes hemos decidido actuar porque este club, que intenta formar a trescientos chavales, no tolera esas actitudes violentas e injustificables», explicó Galindo, que se reunió con los jugadores para dejar claro que estos comportamientos son intolerables.

El Atlético San Blas difundió un comunicado en el que lamentaba «profundamente» lo ocurrido en Elche «porque estamos en contra de todo acto antideportivo y siempre hemos defendido los valores deportivos». El club alicantino también ha comunicado a la Federación Valenciana su decisión de expulsar a los tres jugadores implicados en las agresiones. A su vez, Galindo insistió en pedir disculpas por los «vergonzosos» incidentes en la Ciudad Deportiva.

Por su parte, el club ilicitano rechazó de plano que pudiera haber habido ninguna provocación por parte de sus jugadores. «Lo que al San Blas le sentó mal es que marcáramos pronto el 1-0 porque venían a por la Liga y a ganar como fuera», aseguró Torres. «Todo se enmarañó cuando el árbitro pitó la falta a su favor y uno se levantó del suelo y pegó un puñetazo. Ellos llevaban dos o tres jugadores grandes, que fueron los que más repartieron», agregó.

El presidente del Elche Élite reconoció que su homólogo del San Blas se dirigió a él tras los graves disturbios para pedirle disculpas y aplaudió la actitud de los padres.

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