El alicantino Eusebio Cáceres ha vuelto a quedarse, como al aire libre en los Mundiales de Moscú 2013 y en los Europeos de Zúrich 2014, a las puertas del podio en una competición internacional: cuarto en los Europeos en pista cubierta.

El serbio Strahinka Jovancevic, con un nuevo récord nacional en su quinto salto (8,03), arrebató el tercer puesto al español, que en su único intento válido se había alargado hasta los 7,98 metros en la quinta ronda.

Caceres se había clasificó por primera vez para la final de longitud de unos Europeos en pista cubierta con un salto de 7,76 que le bastó para obtener el sexto lugar entre los ocho clasificados.

La marca de clasificación era de 7,95 pero sólo tres la consiguieron: el ucraniano Serhii Nykyforov (8,03), el griego Miltiadis Tentoglu (8,01) y el sueco Thobias Nilsson (7,95).

Un cúmulo de lesiones a lo largo de su carrera ha impedido a Cáceres explotar a fondo su talento natural. En 2013 estuvo más cerca que nunca de la gloria, cuando sólo un centímetro le separó de la medalla de bronce en los Mundiales al aire libre.

El alicantino empezó la final con cuatro nulos consecutivos, pero nunca abandonó la esperanza. Sabía que tendría seis oportunidades y forzó la máquina para cazar al menos un buen salto. Lo consiguió en la quinta ronda con 7,98, su mejor registro de la temporada, que lo elevó al tercer puesto, pero Jovancevic le privó de la medalla.

El oro fue para el griego Miltiadis Tentogliu con 8,38, mejor marca mundial del año, y la plata para el sueco Thobias Nilsson con 8,17, récord personal.

Con toda su experiencia, Cáceres no había disputado nunca la final de unos Europeos bajo techo. En sus dos campeonatos anteriores (París y Belgrado) no se clasificó.

Ahora la final estaba "barata". Sólo tres de los ocho finalistas habían superado este año los 8 metros: el griego Miltiadis Tentoglu (8,23) y el sueco Thobias Nilsson (8,08) y el ucraniano Serhii Nykyforov (8,03).

Cáceres ha perdido técnica con las lesiones pero se encontraba rápido -corre los 60 lisos en 6.77- y en un concurso de seis saltos, sin corte después del tercero, confiaba en agarrar uno bueno. "Cada uno que haga será el último", anticipó.