Victorias en Liga, en Copa y también en Champions. El Bernabéu es un terreno propicio para el Barcelona en los últimos años, 10 triunfos en la última década. Cuando aun resuena el 0-3 de las semifinales, los dos equipos están listos para un nuevo envite en el mismo escenario mañana (20.45), esta vez en LaLiga, en un clásico en sesión continua.

Por su parte, el Madrid encajó una dolorosa derrota, acusando la falta de gol, en un gran partido del brasileño Vinicius pero sin pegada, en el que el buen juego no tuvo premio y lo perdió en claves que van desde la intrascendencia de Kroos y Modric a la poca aportación de Keylor Navas.

Los azulgranas también saben ganar sin un fútbol brillante

Uno de los santos y seña del Barça es que históricamente sin jugar bien era imposible ganar sus partidos. Últimamente, no ocurre de esta manera. El equipo tiene equilibrio, solvencia, pero no brillo. Se sustenta más en actuaciones individuales que en corales, el miércoles Leo Messi no fue de los más destacados, pero sí Marc André ter Stegen, Ousmane Dembélé y, sobre todo, Luis Suarez, autor de dos goles.

45 minutos para madurar el duelo y otros 45 para rematar

El guión del partido en el Bernabéu fue similar al vivido unos días antes por los azulgranas en el Sánchez Pizjuán de Sevilla, aunque con diferencias. Los de Pablo Machín se adelantaron en dos ocasiones (1-0 y 2-1), pero sucumbieron frente al recital de Messi (tres goles), especialmente en el segundo tiempo. En el Bernabéu, el Real Madrid tuvo las mejores ocasiones en el primer tiempo, pero no marcó (0-0). En la segunda, el Barça remató el partido con tres goles en 23 minutos.

Centenario feliz para Valverde en el banquillo blaugrana

Desde su llegada al banquillo azulgrana, Ernesto Valverde cumplió el miércoles en el Bernabéu su partido cien. Su balance es de 68 victorias, 23 empates y nueve derrotas. En la comparación con los dos anteriores entrenadores del equipo ( Pep Guardiola y Luis Enrique) sale perdiendo. El asturiano ganó 80 de los 100 primeros, Guardiola 79.

La falta de gol condena al Real Madrid

De golpe regresó el gran mal del Madrid esta temporada, su falta de pegada. Lo hizo con saña, castigando el buen juego desplegado y sin encontrar la forma de superar a un brillante Ter Stegen. Perder sintiéndose superior. Saborear su propia medicina de muchos partidos que ganó sin ser mejor que el rival. La salida de Cristiano Ronaldo no provocó el fichaje de un 9 y lo paga en un momento decisivo, cuando se deciden títulos y no aparece un referente. Benzema aporta más gol pero nunca será un matador y el clásico lo decidió un matador: Luis Suárez.

La brillantez sin premio de un joven de sólo 18 años, Vinicius

Con 18 años es el referente ofensivo del Real Madrid, un futbolista tan determinante que todos sus compañeros le buscaron siempre. Cada balón que recibió, encaró e inventó. Dejó acciones de genio, desequilibró, creó peligro pero cuando tuvo las oportunidades para marcar se le hizo de noche. Dos malos controles le perjudicaron en un «mano a mano» y antes de disparar con todo para marcar, la mala colocación del cuerpo provocó un lanzamiento a las nubes de un pase de la muerte y tras una jugada para enmarcar, de carrera y amagos a alta velocidad para sentar a Piqué, no sacó una buena ejecución. Fue el mejor pero le faltó lo que permite a los grandes dar el salto de calidad, el gol.

La intrascendencia de Kroos y Modric en el juego blanco

El Real Madrid comienza a añorar el dominio del juego que recientemente realizaba la pareja Kroos-Modric en una zona clave de los partidos, el centro del campo. Su trascendencia se ha ido rebajando. Cuando estuvieron frescos de piernas, llegaron a todo en la presión, lograron asfixiar al Barcelona, provocar pérdidas y cortar vías de pase de los medios azulgranas con sus jugadores de ataque. En la segunda parte se desplomaron y el equipo de Solari lo acusó. Aparecieron los espacios entre líneas para correr, el castigo a la espalda de los laterales en cuanto no recibieron ayudas y ofensivamente no aparecieron. Ninguna acción de peligro en ataque de Kroos. Ningún último pase de Modric.