Las constantes vitales del Alcoyano permanecen estables tras el balón de oxígeno que significó el reencuentro con la victoria contra el Espanyol B, que venía de sumar 9 de los 12 últimos puntos. El gol de Braulio Nóbrega en el arranque del segundo acto condujo a un desenlace favorable que tiene doble valor si tenemos en cuenta la amplia lista de ausencias que de manera especial afectan a la línea defensiva. Con todo, el equipo de Vicente Mir se mantiene 3 puntos por encima de la zona de descenso directo ya que también ganaron rivales directos como el Conquense y el Ontinyent.
El filial exhibió la filosofía de posesión y circulación de balón en el primer acto, pero careció de acierto para asaltar la portería de Miguel Bañuz pese a tener enfrente una defensa improvisada por Mir, prácticamente la única posible, debido a las ausencias por lesión de Tomás Ruso, Franck Fomeyem y David Córcoles. El capitán Navarro actuó en la demarcación de central, mientras que Hermosa, pese a arrastrar problemas de pubis, hizo el esfuerzo de cubrir el lateral izquierdo. El andaluz Antonio Pino tampoco fue de la partida aquejado de molestias en el abductor cediendo su plaza en el «once» a Braulio Nóbrega. El extremo Bryan Reyna, sancionado, completó el rosario de bajas. Para colmo, Nieto se sumó a la relación de inquilinos en la enfermería protagonizando al filo de la media hora la enésima lesión muscular del plantel.
El exherculano Moha pudo haber variado claramente el signo del duelo de haber acertado en los primeros compases. El marroquí cabeceó el balón rechazado en el interior del área pequeña que fue repelido por el travesaño. La exigua presencia ofensiva del Alcoyano se resumió con el lanzamiento de una falta directa a cargo de Vicente Pérez que no encontró portería. Miguel Bañuz corroboró el excelente momento de forma por el que atraviesa enviando a córner el potente y colocado lanzamiento exterior de Moha, el delantero más incisivo, cuando el árbitro se disponía a señalar el camino del vestuario.
Efectividad
El acierto del que ha carecido el Alcoyano en infinidad de partidos se vio recompensado al minuto de la reanudación. Braulio Nóbrega, pese a encontrarse distante de su mejor versión, definió con precisión incrustando el esférico en el fondo de la red en el primer y único disparo entre los tres palos. Con el marcador favorable, el cuadro alicantino juntó las líneas para ahogar los ataques del filial. Los catalanes aún dispusieron de una última oportunidad para restablecer el empate, pero el zaguero Nil Jiménez lanzó el balón directamente fuera.
