El delantero Leo Messi, que acabó con problemas físicos el partido del pasado sábado ante el Valencia, se sometió ayer a tratamiento de recuperación, mientras que Ousmane Dembélé, lesionado en el tobillo izquierdo hace quince días, ha empezado este lunes a realizar trabajo de campo. Después de retirarse con una contractura en el aductor frente al Valencia, el club azulgrana guarda silencio sobre el estado de su estrella a 48 horas del clásico de Copa ante el Real Madrid. Por las imágenes ofrecidas por la entidad azulgrana tras el entrenamiento a puerta cerrada, se demuestra que el argentino no ha podido entrenarse.

Todo apunta a que Messi se sometió ayer a tratamiento de recuperación, aunque se desconoce el estado exacto de su problema físico. Por contra, Ousmane Dembélé, que se lesionó el 22 de enero ante el Leganés, se ha ejercitado hoy con balón. Todo apunta a que el próximo fin de semana ante el Athletic Club estará ya a plena disposición y que su presencia ante el Real Madrid es muy dudosa.

En el entrenamiento de ayer ha participado el portero del filial, Iñaki Peña, ante la lesión de Jasper Cillessen, así como los futbolistas del Barça B Wagué, Morer y Miranda del Barça B. El próximo entrenamiento será hoy (18:00 horas), una hora antes Ernesto Valverde ofrecerá una rueda de prensa en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva Joan Gamper.

El Barcelona, campeón de la Copa del Rey en las cuatro últimas ediciones, defiende el trono en el clásico ante el Real Madrid, que es precisamente el último equipo que le superó en una eliminatoria en el torneo del k.o., y lo hace pendiente en la víspera de la ida del estado físico de Leo Messi.

La estrella argentina terminó tocado tras recibir un golpe en el partido contra el Valencia y aunque hay optimismo en el conjunto azulgrana debe pasar el martes la prueba definitiva.

Tranquiliza de partida el hecho de esas buenas sensaciones sobre la evolución de la molestia y el que equipo de Ernesto Valverde goleara sin Messi al Real Madrid (5-1) en la décima jornada liguera, en partido disputado a finales de octubre.

El Real Madrid, en cambio, acude a este compromiso en mejor situación y estado de forma que entonces cuando acudió al Camp Nou bajo la batuta de Julen Lopetegui. Ahora, el conjunto de Santiago Solari llega en una dinámica mucho más positiva y tras cinco victorias seguidas entre LaLiga y la Copa del Rey.

Ernesto Valverde, obviamente, no arriesgará con su estrella, mientras que Solari, que tiene ya a prácticamente toda su plantilla a disposición, deberá decantarse por los componentes de un once teniendo en cuenta que para el sábado tiene también un partido de altos vuelos en el Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid. El Real Madrid, al calor del gran momento por el que atraviesa Karim Benzema y de la irrupción ilusionante del joven brasileño Vinicius, se conjura para ser de nuevo el verdugo copero del Barcelona. Ningún rival desde aquella semifinal disputada el 30 de enero de 2013 y el 26 de febrero ha conseguido apartar de la final copera al cuadro azulgrana, que ha superado una tras otra todas las eliminatorias. La temporada siguiente, precisamente el Clásico fue el que resolvió el torneo con el triunfo del Real Madrid por 2-1 con la ya famosa galopada de Gareth Bale. A partir de ahí todas las eliminatorias y todos los títulos han viajado hasta el Camp Nou.

La otra semifinal comenzará en el escenario de la final, el 25 de mayo en el Benito Villamarín, entre dos conjuntos que buscan un sueño y que también han logrado enderezar el rumbo.

El Betis, al amparo de su condición de anfitrión de la lucha por el título, anhela volver a una final catorce años después.