La montaña rusa en que se ha transformado la carrera profesional de Eldin Hadzic a causa de las reiteradas lesiones se encuentra ahora en un punto álgido, justo cuando se acaba de superar el año de su debut como blanquiazul en el estadio José rico Pérez con gol incluido -el de la victoria- sobre la bocina. La sonrisa ha vuelto a iluminar el rostro del hispano-bosnio. El entrenador, Vicente Mir, le escogió como último cambio (minuto 65) para contrarrestar el apabullante dominio del Villarreal B. No decepcionó pese a estar excesivamente alejado de su mejor versión.

In extremis, como más le gusta, rescató un punto frente al líder mitigando la enésima decepción de los seguidores del Alcoyano. El delantero reapareció contra el filial después de permanecer cerca de cuatro meses en el dique seco como consecuencia de una dolencia en el gemelo interno.

Mir tiene fe en él

Eldin, cuya calidad le sitúa en los primeros puestos del ranking de futbolistas predilectos de Mir, alzó el telón de la Liga siendo titular contra el Barcelona B, pero no completó el duelo por una pequeña rotura en el sóleo que le mantuvo 20 días en la enfermería. Superado el período de rehabilitación, disfrutó de los últimos minutos del partido en la Ciudad Deportiva del Villarreal. Con el tono físico adecuado, irrumpió en el «once» las tres jornadas siguientes (Espanyol B, Ebro y Teruel). Frente al cuadro aragonés el gemelo interno le dejó fulminado en el primer cuarto de hora viéndose abocado a una larga y costosa recuperación encaminada a evitar la temida recaída.

El guión del curso anterior es prácticamente calcado. El delantero aterrizó en el vestuario de El Collao en el mercado invernal. Tras debutar con éxito frente al Hércules recayó de los problemas en el sóleo. Únicamente participó en dos partidos más (Ebro y Peña Deportiva) separados por un período de tres meses.

Eldin, con apenas 22 años, destapó el tarro de las esencias como profesional con el Hércules anotando 9 goles la temporada 14-15, la del descenso a Segunda B. Traspasado al Zaragoza por 300.000 euros, el calvario comenzó con una simple lesión de menisco que derivó por un mal apoyo en una tendinitis rotuliana. Posteriormente, apenas gozó de protagonismo en el Almería y el Elche y el jugador incluso llegó a plantearse la retirada.