El ex ciclista profesional Joaquín Purito Rodríguez comenzó ayer en Finestrat «a disfrutar» de la quinta edición de la Costa Blanca Bike Race (CBBR) que se disputa hasta el domingo en la Marina Baixa y consta de cuatro etapas por parejas. En el arranque de la carrera, la dupla del equipo CST Sandd Bafang integrada por el danés Sebastien Fini y el letón Martins Blums se anotó un triunfo incontestable. «Ya he corrido bastante en mi vida y al final lo que quiero es pasarlo lo mejor posible en esta Costa Blanca Bike Race, que es una carrera muy exigente», explicó Purito Rodríguez a Efe.

«La cabra tira al monte y lo que me gusta es esto, estar encima de la bicicleta, ya sea más rápido o más lento, pero practicando mi deporte», concluyó Purito antes de comenzar la primera etapa de 45 kilómetros en Finestrat de una prueba incluida en el calendario oficial de la UCI.

En cuanto al desarrollo de la primera etapa, 46 kilómetros y más de 1.600 metros de desnivel esperaban a los corredores. Una salida dura para estirar el grupo era la puerta de entrada para disfrutar de un trazado donde había de todo: senderos, pistas duras, vistas espectaculares, ascensiones y bajadas que dejan huella.

Los pronósticos se cumplieron y los dos equipos del CST Sandd Bafang arrasaron. La dupla Fini-Blums rodó a otro nivel y sumó un triunfo de etapa aplastante que les convierte en favoritos para la general final. El doblete lo completaron David Nordemann y Marc Bouwmeester, que acabaron segundos.

En la categoría femenina, la belga Githa Michiels y la australiana Bec McConnell también volaron para enfundarse el primer maillot de líderes de la carrera con más de seis minutos de ventaja sobre Steinburg y Loiv, de la selección de Estonia. Elena Lloret y Alice Pirard, del Multitask Industries completaron el podio. La pareja Michiels-McConnell (Primaflor-Mondraker-Rotor) será la referencia total de cara a las próximas tres etapas.

2ª etapa, contrarreloj desde Altea

Hoy es un día clave para esta V Costa Blanca Bike Race con la famosa cronoescalada a la cima de Serra Gelada. Es una crono más larga de nunca, con un llamativo inicio desde el corazón de la población de Altea. Los bikers rodarán por sus pintorescas calles, por primera línea de mar y por los senderos que rodean El Albir antes de afrontar una de las subidas más exigentes de sus vidas: el kilómetro asfaltado más duro de Europa.