Un helicóptero del ejército paquistaní evacuó ayer a la alicantina Eva Robles y al vizcaíno Jon Barredo en el campo base del K2, la segunda montaña más grande del mundo. Barredo se había lesionado días antes durante el «trekking» de subida, y desde ese momento arrastraba molestias en una de sus piernas. La alicantina decidió acompañarle en el descenso pues su cometido en la expedición finalizaba hoy, un día después de lo sucedido. La evacuación se desarrolló «bajo condiciones climatológicas extremas», según el Ejercitó paquistaní.

Ambos deportistas se encontraban acompañando al español Alex Txikon en la búsqueda de conseguir un logro histórico: el primer ascenso invernal del K2. Pero Barredo sufrió una lesión durante el recorrido que tuvieron que trazar de camino al campo base, donde han estado durmiendo diez noches dentro de iglús con temperaturas de -30º C y un viento que dejaba una sensación térmica de cerca de -40º C.

El dolor de la lesión no parecía irse y el vizcaíno decidió comprobar su estado de forma haciendo el recorrido hacia el campo avanzado el pasado domingo. «Jon arrastraba una dolencia y el otro día se probó para ver cómo estaba, pero todavía le dolía la pierna», cuenta Eva Robles a este diario en conversación telefónica desde Skardu, localidad pakistaní donde se encuentra tras ser evacuada.

Ese mismo día decidieron comunicar la necesidad de un apoyo para que Barredo pudiera abandonar la montaña, aunque no fue hasta ayer cuando el ejército pakistaní se acercó a la posición de los montañistas aprovechando una jornada de buen tiempo, explica Robles, que recalcó que ella se encuentra en «perfecto estado» y que no ha sufrido ningún percance durante esta aventura al límite de la resistencia humana.

El plan inicial ya tenía escrito que ambos debían abandonar la expedición hoy, al margen de lo sucedido. «El día 30 teníamos programado que llegaran nuestros porteadores con material al campo base. Ellos mismos nos iban a acompañar a Jon y a mí en la bajada», explica la alicantina. El resto del equipo continuaría, como hace en estos momentos, luchando por acompañar a Txikon en la búsqueda de una gran hazaña.

Robles decidió entonces aprovechar que el ejército había comunicado la posibilidad de trasladar también a un acompañante y se subió al helicóptero cuando éste alcanzó al lesionado. «Son 90 kilómetros de bajada, la nieve llega hasta el pecho y tendría que haber hecho el recorrido sola», cuenta. «Se ha juntado todo: que Jon se encontraba mal, que llegaba la fecha de bajarnos y que hacía buen tiempo, lo que ha permitido que pudiera llegar el helicóptero», añade.

Un médico ha comprobado el estado de Barredo, al que le han comunicado que tiene una hernia. No obstante, el deportista deberá continuar realizándose pruebas cuando regrese a España.

Otro de los miembros del equipo, el alpinista polaco Waldemar Kowalewski, fue evacuado ayer tras sufrir un accidente con un bloque de hielo que le golpeó en la clavícula, según han confirmado fuentes de la expedición, que precisaron que en breve volvería a su casa.

Robles incidió en que tenían programada la vuelta y señala que su descenso «no cambia absolutamente nada en la expedición». «No afecta nada al trabajo de Alex en montaña», apunta. Txikon continúa en busca de la hazaña de ser el primer hombre en pisar en invierno la cima del K2.