Siete victorias consecutivas y las mismas sensaciones de superioridad y seguridad en el juego. Esta vez la víctima fue el Vic, colista de la clasificación que nada pudo hacer ante la maquina de triturar en la que se ha convertido el conjunto que entrena Pedro Rivero. Los lucentinos tuvieron una noche plácida en el Pedro Ferrándiz en un partido sin nada en juego y ante un rival que ocasionó muy pocos problemas salvo en un último cuarto en el que se puso a solo 4 puntos. El nuevo sistema de competición ha traído consigo este tipo de partidos en enero. Dos equipos que no se juegan nada en plena temporada. La falta de tensión quedó patente en la pista y en la grada con dos equipos que lucharán más adelante por objetivos distintos.

El HLA no tardó en definir lo que sería el argumento del partido. 10-0 de inicio para provocar el primer tiempo muerto del Vic. Segundos después se pasó a un 15-2 que ya marcaría el hilo conductor, aunque el conjunto catalán no agachó la cabeza y reaccionó en el primer cuarto poniéndose con un 17-11. No gustó ese gesto a Rivero que pidió tiempo muerto para evitar males mayores.

Con un triple sobre la bocina del siempre magistral Pitts el encuentro se fue el segundo cuarto con un claro 27-17. Menos diferencia de lo que se vio realmente en la pista alicantina.

El HLA siguió con su superioridad en el segundo acto. Sin necesidad de apretar el acelerador el equipo lucentino pasaba por encima del Vic con un ataque feroz y una defensa que no dejaba al rival reaccionar. El rebote era claramente local y el partido tenía dueño desde hacía mucho tiempo.

Sin embargo, el tercer cuarto no dejó buenas sensaciones con un Vic que aprovechó la falta de tensión de su rival para ir recortando distancia y a base de triples situarse a solo 11 puntos de distancia (69-58) con un parcial de 19-26. El Vic estuvo a punto de dar un susto al HLA y se puso con un inquietante 73-69 a falta de poco más de 7 minutos. No permitieron los alicantinos que la herida siguiera abriéndose y dejaron zanjada cualquier duda.

Desde ese momento, el conjunto de Pedro Rivero se puso en el papel de trituradora y zanjó cualquier atisbo de reacción del rival. Pitts dio una nueva lección y Schmidt se puso a tono para superar el centenar de puntos con un brutal ataque que dejó al Vic sin contestación posible.

Ya van siete victorias consecutivas y se acerca poco a poco la hora de la verdad con partidos con mucho en juego.