El extremo Alberto Rubio, prestado por el Elche, se desvinculó del Alcoyano a última hora de la tarde cumpliendo su deseo desde la apertura del mercado invernal. Rubio, de 21 años, había desaparecido paulatinamente de los planes de Vicente Mir y ha optado por cambiar de aires en busca de más protagonismo. En un principio, tenía cerrado un acuerdo con el Ebro. Con todo, al cierre de esta edición manejaba junto a su agente otros destinos.

El canterano Nebil Ibáñez, inédito en la competición regular, jugará lo que resta de temporada con el Mar Menor en calidad de cedido. El vestuario se queda sin representación alcoyana. El atacante se despidió a través de su cuenta de Twitter «solo puedo dar las gracias al Alcoyano por todo, os deseo lo mejor para lo que resta de temporada, estoy seguro de que las cosas os van a ir genial, por que hay un equipo en el que no se puede dudar.

Jony Ñíguez, objetivo

Con el cierre del mercado invernal pisando los talones, el área deportiva se marca como prioridad apuntalar el centro del campo con la incorporación de un futbolista experimentado y con llegada al área. Jony Ñíguez reúne el perfil que persigue el cuerpo técnico, pero cuenta con el inconveniente de tener que negociar con el Elche la rescisión de nada menos que dos años y medio de contrato. De enquistarse el retorno del mayor de la saga Ñíguez, el club abrirá nuevas vías contrarreloj.

La operación, en cualquiera de los escenarios, está sujeta a liberar una ficha sénior. El ghanés Michael Anaba figura en todas las quinielas, aunque la idea del club también pasa por aligerar la nómina ofensiva que tan poco réditos está dando.