La selección española de balonmano arrancará hoy (18:00, TDP) el durísimo camino que le aguarda hacia las semifinales del Mundial con el «más difícil todavía», un duelo con la todopoderosa Francia, en el que a los Hispanos solo les vale la victoria si no quieren despedirse prácticamente de cualquier opción de pelear por las medallas. «Está claro que no es el camino ideal, pero está en nuestras manos», reconoció el pivote Julen Aginagalde, consciente de que España no sólo deberá ganar mañana a Francia, sino también a Brasil y Alemania en las dos próximas jornadas para poder acceder a las semifinales.

Peligrosa situación a la que el equipo español se ha visto abocado tras la derrota (19-23) cosechada el jueves ante Croacia, la única encajada hasta ahora en el torneo y que condenó a los "Hispanos" a iniciar la segunda fase con dos puntos menos que los balcánicos y uno menos que franceses y alemanes. Un todo o nada del que la selección española ya logró salir airosa el pasado año, cuando tuvo que derrotar de manera consecutiva a Alemania y Francia para alcanzar la final del Europeo de Croacia, en el que los de Ribera se proclamaron campeones.