Nadie podía imaginar que José Rodríguez (Villajoyosa, 1994), uno de los ojitos derechos de Mourinho en su último año en el Real Madrid, se difuminaría por el Viejo Continente casi sin dejar rastro. Hoy parece haber dejado atrás malas decisiones y lugares hostiles para sacar la cabeza en el humilde Fortuna Sittard, un recién ascendido a la Eredivisie holandesa que acaba de realizar una pretemporada en La Nucía y que amenaza con competir de tú a tú por un puesto en la próxima Europa League.

José Rodríguez, aquel joven mediocentro de 17 años al que Mourinho sacó del anonimato en 2012, llegó cedido al Fortuna el pasado verano procedente del Mainz alemán, entidad que ha obstaculizado el crecimiento del vilero desde 2016. «Fichar por ellos ha sido mi error más grande, no he entendido por qué dejaron de contar conmigo, desde que firmé mi carrera ha ido a menos», explica el centrocampista alicantino de 24 años. Con los alemanes apenas disputó 3 partidos y una entrada a un rival en un partido le envió al más puro ostracismo. «Me sentenciaron, yo no soy un jugador agresivo, ni me peleé con ningún compañero, imagino que se equivocaron con mi fichaje y no saben cómo decírmelo», lamenta un José Rodríguez que hoy vuelve a recuperar el vuelo en Holanda.

El juego alegre y despreocupado de la Eredivisie ha cautivado a José, que ha disputado 13 de las primeras 17 jornadas de campeonato y ha anotado dos tantos: «Hay mucha gente joven, es un fútbol de ataque, salen partidos chulos y la afición se divierte».

En Holanda parece haber puesto fin a una carrera reciente llena de maletas, de destinos exóticos y de poco fútbol. En apenas dos años y medio Galatasaray, Mainz, Málaga y Maccabi Tel Aviv (los dos últimos, cedido por el Mainz). En Israel firmó por petición expresa del técnico Jordi Cruyff, pero la pareja no llegó a cuajar: «Es un buen tío, pero en el trabajo no íbamos por el mismo camino».

Ahora confiesa que no volverá al Mainz pese a tener contrato hasta 2020 y pretende echar raíces en el Fortuna Sittard, con el que espera ponerse «en el foco de equipos más grandes». «Cuando todo va bien se olvida el frío y lo lejos que estás de casa», cuenta José, que admite haber recuperado «la ilusión por ir a entrenar».

Un gran recuerdo

El 31 de octubre de 2012 el Real Madrid se impuso al Alcoyano en El Collao por 1-4 en un partido de Copa en el que José debutó, con gol incluido, con el Real Madrid. Tras aquel partido llegaron tres más, uno de ellos en Champions. «Cuando tienes 17 años no lo disfrutas, lo vives, lo disfruto más ahora y seguramente lo valoraré mucho más cuando me retire». El debut de Brahim Díaz el pasado miércoles le removió: «Siempre que debuta un joven me recuerda a mi estreno».

«Mourinho confió en mí entonces y lo hizo después cuando firmó por el Chelsea, pero el Madrid no me dejó salir», relata el alicantino, que después jugó en el Deportivo de la Coruña y que confía en regresar a España algún día.

Al Hércules, del que fue canterano, le guarda buen recuerdo: «Claro que lo sigo, da pena verlo ahí porque se podrían hacer mejor las cosas».